La lluvia de los últimos días podría haber contribuido al derrumbe de una casa de Algemesí que se estaba rehabilitando y que causó la muerte de un albañil de 32 años, J.T.G., natural de Polinyà de Xúquer, y que en el momento del suceso estaba retirando las tejas. El siniestro también produjo un herido de 30 años, R.M.L, vecino de Sueca y que fue trasladado al Hospital de la Ribera.
Hasta la calle Santiago Apóstol se trasladaron dos unidades de Bomberos, la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias con perros adiestrados, la Policía Nacional de Alzira-Algemesí y la Local de Algemesí. El Samu sólo pudo certificar la muerte del trabajador. A las 20 horas una jueza de Alzira procedió al levantamiento de cadáver y decretó el secreto de sumario. Los trabajadores de la empresa que estaba realizando el derribo se mostraron consternados al conocer la muerte de su compañero.
Es la consecuencia más grave de este temporal que todavía ayer dejaba una decenas de pueblos alicantinos incomunicados. «Es una vergüenza que todavía estén las carreteras llenas de nieve congelada». El testimonio de María Tomás prueba el estado en el que se encuentran numerosos municipios de la Comunitat, especialmente, en el Comtat i l'Alcoià. Alcoleja, Penáguila, Planes, Fageca, Balones, Benimassot o Benifallim. Las conexiones entre ellos seguían prácticamente intransitables. Esa sensación de enfado la comparten cientos de vecinos que se han quedado aislados más de 48 horas sin luz, teléfono y sin poder salir de sus pueblos. María trató de llegar a Benilloba pero «tuve que dar la vuelta porque todo era una placa de hielo». Lo peor, dice, fue ver la pala y la máquina de sal aparcadas.
El alcalde de Tollos, Ximo Nadal, está harto de que cada vez que hace mal tiempo «nos quedemos sin luz porque las líneas están muy deterioradas». Castell de Castells es otro punto de conflicto. «Es indignante estar dos días incomunicados. Las palas no llegaban», dijo la alcaldesa, Rosa Pérez. El temporal ha podido dejar otra desgracia ya que un matrimonio quedó atrapado por la nieve y pasó la noche en su vehículo. El frío ha sido tan intenso que en Valencia o Dénia la lluvia se convirtió en agua nieve.
Diez carreteras secundarias permanecían cerradas por la nieve; en otras ocho había que circular con cadenas y en 65 había peligro de hielo. Colegios y puertos recuperaron la actividad. Los agricultores están preocupados por las heladas.
Fuente
Hasta la calle Santiago Apóstol se trasladaron dos unidades de Bomberos, la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias con perros adiestrados, la Policía Nacional de Alzira-Algemesí y la Local de Algemesí. El Samu sólo pudo certificar la muerte del trabajador. A las 20 horas una jueza de Alzira procedió al levantamiento de cadáver y decretó el secreto de sumario. Los trabajadores de la empresa que estaba realizando el derribo se mostraron consternados al conocer la muerte de su compañero.
Es la consecuencia más grave de este temporal que todavía ayer dejaba una decenas de pueblos alicantinos incomunicados. «Es una vergüenza que todavía estén las carreteras llenas de nieve congelada». El testimonio de María Tomás prueba el estado en el que se encuentran numerosos municipios de la Comunitat, especialmente, en el Comtat i l'Alcoià. Alcoleja, Penáguila, Planes, Fageca, Balones, Benimassot o Benifallim. Las conexiones entre ellos seguían prácticamente intransitables. Esa sensación de enfado la comparten cientos de vecinos que se han quedado aislados más de 48 horas sin luz, teléfono y sin poder salir de sus pueblos. María trató de llegar a Benilloba pero «tuve que dar la vuelta porque todo era una placa de hielo». Lo peor, dice, fue ver la pala y la máquina de sal aparcadas.
El alcalde de Tollos, Ximo Nadal, está harto de que cada vez que hace mal tiempo «nos quedemos sin luz porque las líneas están muy deterioradas». Castell de Castells es otro punto de conflicto. «Es indignante estar dos días incomunicados. Las palas no llegaban», dijo la alcaldesa, Rosa Pérez. El temporal ha podido dejar otra desgracia ya que un matrimonio quedó atrapado por la nieve y pasó la noche en su vehículo. El frío ha sido tan intenso que en Valencia o Dénia la lluvia se convirtió en agua nieve.
Diez carreteras secundarias permanecían cerradas por la nieve; en otras ocho había que circular con cadenas y en 65 había peligro de hielo. Colegios y puertos recuperaron la actividad. Los agricultores están preocupados por las heladas.
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