Según un grupo de científicos,
varios de ellos españoles, en la revista Nature.
Proponen medidas como reducir
la tasa de crecimiento de la población y el consumo de los recursos.
Si la población sigue
creciendo al ritmo actual, las consecuencias se verán hacia el 2025, y los
recursos entrarán en un momento crítico en 2045.
Está en manos de la humanidad,
advierten, decidir si quiere guiar los cambios del planeta o simplemente dejar
que las cosas sucedan.
Un grupo de científicos, entre
ellos varios españoles, describe en la revista Nature los cinco cambios climáticos
ocurridos en la Tierra y trazan un "plan de emergencia" para el
actual, que pasa por la implicación de todos, con medidas como reducir la tasa
de crecimiento de la población y el consumo de los recursos.
Estas son algunas de las
medidas propuestas por los científicos en este trabajo que analiza la
posibilidad de alcanzar "un punto de no retorno" a causa del impacto
humano, ha informado el CSIC.
Está en manos de la humanidad,
advierten, decidir si quiere guiar los cambios del planeta o simplemente dejar
que las cosas sucedan.
Además de la población y los
recursos, los investigadores apuestan por sustituir el gasto energético por
fuentes renovables, aumentar la eficiencia en la producción de alimentos y
mejorar la gestión de las zonas de la Tierra que aún no han sido dominadas por
humanos.
En el citado artículo de
revisión, se precisa que los cambios climáticos pasados, además de causar
extinciones masivas como la de los dinosaurios, han ido modificando las
características del planeta.
Cambios climáticos pasados
El último gran cambio tuvo
lugar hace unos 14.000 años, cuando el treinta por cierto de la superficie
terrestre perdió la capa de hielo que la cubrió durante el último periodo
glacial. Esa edad de hielo había durado unos 100.000 años y el periodo de
transición se prolongó unos 3.300 años.
Desde entonces, el planeta ha
mantenido unas características más o menos estables hasta la aparición y
desarrollo de la humanidad.
Sin embargo, actualmente, las
personas están provocando una serie de cambios que podrían conducir "a un
nuevo estado planetario", advierte el investigador de la Estación
Biológica de Doñana Jordi Bascompte. Dichos cambios, alteran la química de la
atmósfera y de los océanos, y causan grandes trastornos en los flujos de
energía que van "desde el principio hasta el final de la cadena
alimentaria", puntualiza.
El origen de todos esos
cambios es el aumento de la población que conlleva un mayor consumo de recursos
y energía, y la transformación y fragmentación del paisaje, unas alteraciones
que modifican las condiciones atmosféricas, oceánicas y terrestres y que
amenazan la supervivencia de la biodiversidad actual.
Crecimiento de la población
mundial
La tasa de crecimiento anual
de la población es de unos 77 millones de personas, casi mil veces más que la
experimentada hace entre 10.000 años y 400 años, cuando rondaba las 67.000
personas. Ese aumento poblacional ha transformado casi la mitad (43%) de la
superficie terrestre en áreas urbanas y agrícolas.
Además, los humanos acaparan
el uso de hasta el 40 por ciento de la producción primaria mundial (limitando
el acceso de otras especies a este recurso) y consume combustibles fósiles, lo
que ha elevado la concentración de CO2 atmosférico un 35 por ciento y ha
rebajado el pH oceánico el 0,05.
"Si estos impactos
superan el 50 por ciento, incluso las áreas inalteradas del planeta sufrirán
las consecuencias", avisa Eloy Revilla, de la Estación Biológica de
Doñana.
Si la población sigue
creciendo al ritmo actual, las consecuencias se verán hacia el 2025, y los
recursos entrarán en un momento crítico en 2045. Lo que sucederá cuando se
llegue a tal situación todavía es incierto, pero es algo que "debería
preocuparnos muy seriamente".
La pérdida de productividad en
las tierras de cultivo, la reducción de la capacidad de almacenamiento de CO2
de los bosques y océanos y el colapso del stock pesquero son tres factores
seguros.