Las lluvias y el oleaje se dejan sentir con fuerza en el norte y la costa de Castellón y provocan un accidente mortal en la A3 en Valencia
El temporal no resultó tan fiero como lo habían pintado. Ni huracán mediterráneo, ni aguaceros virulentos. Las lluvias, eso sí, se saldaron con numerosos destrozos tanto en las zonas del litoral como en el interior, sobre todo de Castellón, y, al parecer, fue la causa de la muerte de joven que pilotaba una moto en Quart de Poblet. Las mayores precipitaciones se registraron en Vinaròs, donde cayeron cerca de 100 litros por metro cuadrado.
El joven de 22 años falleció al salirse de la A3 la motocicleta en la que viajaba en una de las salidas del aeropuerto de Manises en el término de Quart de Poblet, donde llovía intensamente. Según informaron fuentes del Centro de Gestión de Tráfico y del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU), el siniestro se produjo sobre las 16 horas, cuando el motorista circulaba en sentido Valencia. El joven se salió de la vía en el punto kilométrico 348 y chocó contra el quitamiedos.
No fue el único accidente achacable a las fuertes lluvias, aunque sí el de consecuencias más graves. En Castellón, la lluvia también complicó la circulación en la red viaria provincial, que en menos de dos horas registró tres accidentes que se saldaron con dos heridos graves y dos leves. El siniestro más grave ocurrió a las 14.50 en la nacional 340 a la altura de Torreblanca. Un vehículo atropelló a un peatón, de 24 años y vecino de Murcia, en las inmediaciones de un conocido restaurante de carretera, según informaron fuentes de la Guardia Civil de Tráfico. El joven fue trasladado al Hospital General de Castellón.
Sólo diez minutos después pero en la carretera CV-128, en término municipal de Catí, un conductor resultó herido grave cuando su vehículo se salió de la calzada y dio varias vueltas de campana. A falta de que se complete el atestado todo apunta a que las fuertes lluvias registradas en la zona pudieron originar el accidente. El herido también fue trasladado al General.
Más tarde, a las 16.10 horas dos jóvenes alemanas resultaron heridas cuando el todoterreno que conducían, y que remolcaba una caravana, volcó en la A-7 a la altura de Almenara. Las dos jóvenes resultaron heridas de carácter leve y fueron atendidas en el Hospital de La Plana en Vila-real.
Las fuertes tormentas que durante todo el día cayeron sobre la provincia provocaron otros accidentes en los que sólo se registraron daños materiales, informaron las mismas fuentes.
La tormenta cruzó la Comunitat Valenciana de norte a sur, y fue más activa por la mañana que por la tarde. De ahí que las mayores precipitaciones se registraran en el norte de la provincia de Castellón, con 94 litros por metro cuadrado en Vinaròs, 57 en Cervera del Maestre 0 56 en Benicarló. En Morella se llegó a los 40 litros y, ya en la Plana, las precipitaciones, aunque intensas, descendieron hasta los 15 litros registrados en municipios como Vall d'Alba.
Las intensas lluvias provocaron desprendimientos de tierras en las carreteras de la zona norte provincial, concretamente en el área de la Tinença de Benifassà y en la comarca de Els Ports. No obstante, los desprendimientos no obligaron al corte de circulación en ninguna de las vías afectadas por estas incidencias.
Además, la intensidad de las precipitaciones ha propiciado que las ramblas y ríos de la zona viesen incrementado su caudal, hasta alcanzar un nivel considerable en Forcall, en la confluencia de los ríos Bergantes, Cantavieja y Calders.
Igualmente, la fuerte lluvia del lunes motivó que la mayor parte de los turistas que se habían decantado por el interior de Castellón adelantara el regreso a casa, lo que dificultó la circulación en la conexión de la CV-15 con la CV-10, a la altura de la Pobla Tornesa.
Daños en el litoral
De nuevo el temporal volvió a dejar al descubierto la débil protección de la franja costera en municipios como Peñíscola, Burriana o Almassora, donde el lunes a media tarde el Ayuntamiento se vio obligado a cortar a la circulación en el tramo del muro. Se trata de la octava vez en este año que los temporales marítimos obligan a cortar la circulación en la playa de Almassora y el noveno, matizan fuentes municipales, si se contempla el registrado el 14 de diciembre de 2009, un episodio que motivó que el Consejo de Ministros, el 29 de enero de 2010, aprobara una obra de emergencia en este punto del litoral.
El próximo jueves, a partir de las 12.00 horas, el consistorio albergará una reunión de la comisión de seguimiento de obras del litoral en la que la Jefatura Provincial de Costas pretende dar cuenta del proyecto que el Ejecutivo central ha comprometido en Almassora para la regeneración costera.
También el litoral de Moncofa o el de Burriana se vieron castigados por el fuerte oleaje, causando inlcuso algunas inundaciones en zonas residenciales de la Serratella y Marge, al Sur del término; y en les Terrasses, junto al Grao y la desembocadura del Clot de la Mare de Déu, según fuentes municipales en la capital de La Plana Baixa. En Nules, las compuertas de la Gola se cerraron y una máquina trabajaba ayer para evitar la acumulación de suciedad.
Pero sin duda donde con mayor fuerza golpearon las olas fue en el litoral norte. Los turistas, que en más de un 90% ocupaban los hoteles de Peñíscola en el que tenía que ser el último puente de la temporada, se encontraron ayer con un final de fiesta pasado por agua. El fuerte temporal marítimo, con olas superiores a los tres metros, se tragó la arena de la playa Norte de Peñíscola. El agua anegó de nuevo las partes más bajas del paseo marítimo y se acumuló en zonas como la urbanización Peñismar.
A media tarde fue necesario abrir vías de desagüe de emergencia ante el acumulación de agua que, tras sobrepasar las dunas de arena, no encontraban salida desde el paseo para drenar. Las zonas más difíciles fueron la Ratlla del Terme, un habitual punto negro en el que ninguna Administración actúa, y la zona del Peñíscola Plaza Suites. La arena, el puente y los accesos al paseo y viviendas quedaron sumergidos bajo el agua.
Los restaurantes, que confiaban en servir ayer cientos de menús, vieron como los resultados acabaron con cifras no tan positivas como preveían. Francisco Ribera, director del Gran Hotel Peñíscola, explicó que la Conselleria de Gobernación había recomendado a los clientes que no salieran a la carretera hasta que no cesara el temporal, que fue especialmente intenso de 11 a 14 horas. Los viales secundarios del entorno del hotel y los que conducen a la N-340 se hallaban cortados por la falta de puentes tanto en las comunicaciones con Benicarló como con el vial estatal. La noche anterior varios propietarios de adosados, bloques de pisos, piscinas y hoteles construyeron improvisados muretes de contención en previsión a que el temporal hiciera saltar el agua del mar por encima de la arena y se acumulara en el paseo anegando sus propiedades.
También el sector hostelero sufrió las consecuencias del temporal. Chema Franco, que regenta un restaurante que estaba completamente vacío a mediodía, lamentó que la meteorología hiciera cambiar de parecer a los turistas que estos días han estado por la localidad. «En vistas de las previsiones y como pintaba hoy muchos han dado media vuelta», explicó.
Las comunicaciones entre Benicarló y Peñíscola por vías secundarias se vieron interrumpidas por la inexistencia de puentes en ramblas como la de Alcalá que dejaron incluso en apuros a algún conductor que ignoró las señales y cintas colocadas por la policía local.
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