Varias ciudades europeas están
haciendo planes para adaptarse al cambio climático mientras se incrementa la
gravedad de los riesgos, según mostró el jueves un informe de la organización
británica de medición de emisiones Carbon Disclosure Project (CDP, en sus
siglas en inglés) y la consultora Accenture.
Las ciudades cada vez tienen
que planear más sus defensas contra inundaciones, formas de gestionar el agua
en tiempos de sequía, asegurar que los nuevos edificios ofrezcan una forma
natural de refrescar a sus ocupantes y adaptar antiguas estructuras para ganar
en eficiencia energética.
El informe encuestó a 22
ciudades europeas, como Madrid, Barcelona, Ámsterdam, Berlín, Estambul,
Londres, Manchester, Moscú, París y Roma, sobre sus emisiones de gases de
efecto invernadero y sus estrategias de cambio climático.
El documento se publica menos
de una semana después de que una cumbre de Naciones Unidas en Río de Janeiro no
lograra definir objetivos claros de desarrollo sostenible, convenciendo a
muchos de que empresas y gobiernos locales tendrán que liderar los esfuerzos
para mejorar el medio ambiente.
La encuesta mostró que 17 de
las 22 ciudades europeas consultadas, o el 77 por ciento, han completado o casi
terminado evaluaciones de riesgo para comprender cómo les afectará el cambio
climático.
Dieciocho de las 22 urbes
dijeron enfrentarse a "riesgos significativos" planteados por el
cambio climático y el 54 por ciento de ellas dijeron que aquellas amenazas eran
"graves" o "muy graves".
Debido a estos riesgos, las
ciudades miran cada vez más al desarrollo de planes de adaptación. Catorce
localidades, o el 64 por ciento de los 22 encuestados, ya tienen uno en marcha,
y otras dos los están elaborando.
"Las ciudades europeas
están demostrando liderazgo y mejores prácticas en la gestión del cambio
climático a nivel local", dijo Conor Riffle, responsable del programa de
ciudades del CDP.
"El informe muestra que
otras ciudades pueden beneficiarse aplicando estrategias similares, como medir
de forma anual e informar de las emisiones de gases de efecto
invernadero", añadió.
EMISIONES
Las emisiones globales de
dióxido de carbono, uno de los principales gases de efecto invernadero a los
que se culpan por el calentamiento global, alcanzó un récord el año pasado,
según la Agencia Internacional de la Energía.
El 86 por ciento de los
ayuntamientos europeos consultados han establecido un objetivo local de
reducción de emisiones, frente a una media mundial del 70 por ciento, según el
CDP.
"El crecimiento de
población, la actividad económica, los patrones climáticos y otros factores que
están fuera del control directo del Gobierno local pueden hacer difícil, si no
imposible, mostrar reducciones constantes en las emisiones", señaló el
texto.
Además, las ciudades europeas
están siendo más conscientes de las oportunidades económicas del cambio
climático. Trece de las encuestadas, o el 59 por ciento, creen que abordar el
cambio climático desarrollará nuevas industrias en sus localidades.