A 21 días, hallan cuerpo de desaparecido en inundaciones

Tras 21 días de haber sido arrastrado por un río a causa de las lluvias registradas en la entidad, el cuerpo de Gerardo Garnica Zapata, de 60 años de edad, fue encontrado en las inmediaciones de la agencia de Reyes Mantecón, a 40 kilómetros del lugar donde desapareció.

El hallazgo ocurrió la noche del pasado domingo, cuando campesinos de esta agencia, a unos 20 kilómetros de la capital, informaron que el cuerpo del hombre se encontraba en el paraje Los Catorce, en los límites de San Bartolo Coyotepec –municipio al que pertenece Reyes Mantecón– con La Ciénega, agencia de Zimatlán de Álvarez.

De acuerdo con el parte policial, el cuerpo de Garnica Zapata se encontraba en un avanzado grado de descomposición y mostraba agresiones en su cuerpo, derivado de los animales de rapiña.

A pesar de ello, el cuerpo del anciano fue identificado legalmente por Graciela Zapata, quien detalló que su hermano contaba con 60 años de edad, jugaba beisbol y tuvo su domicilio en la calle José López Alavez, de la colonia La Cascada, en el extremo norte de esta capital.

Refirió que el domingo 19 de septiembre, a causa de la crecida del río que atraviesa la zona donde habitan, la corriente arrastró repentinamente parte de su vivienda y a su hermano, quien descansaba al interior del inmueble luego de un partido de beisbol.

Lo anterior, dado que ese fin de semana, a consecuencia del huracán Karl, la capital oaxaqueña vivió horas de intensas lluvias que los meteorólogos calificaron de ‘atípicas’, lo que ocasionó la crecida de varios afluentes y la inundación de miles de casas en los cuatro polos de la capital.

Aunque el cuerpo del anciano fue buscado por varios días por elementos del Cuerpo de Bomberos y de Protección Civil de esta capital, éste no fue localizado sino hasta 21 días.

Ello, luego que el cuerpo del beisbolista recorriera un largo trayecto de al menos cuatro municipios de los Valles Centrales, incluido su paso por el río subterráneo que atraviesa la ciudad, y los Ríos Salados y el Atoyac.

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