Las lluvias que se registran desde el lunes en el Cibao, afectaron a 200 familias, según el subdirector nacional de la Defensa Civil en la zona Norte, Francisco Arias.
Mientras ayer continuaron las lluvias en Santiago, Dajabón, Mao, Santiago Rodríguez y otras poblaciones del Noroeste afectadas por una fuerte sequía que provocó la muerte de más de 2,000 reses y diezmó la producción de rubros agrícolas.
En Santiago, el torrencial aguacero registrado ayer volvió a provocar inundaciones en barrios, calles y avenidas de esta ciudad, donde personas que viven en lugares de alta vulnerabilidad abandonaron sus casas momentáneamente como medida de prevención.
El gobernador de Santiago, Raúl Martínez, junto al subdirector de la Defensa Civil, auxilió a 90 familias afectadas por las inundaciones en el sector Hoyo de Julia, las cuales perdieron sus ajuares.
El representante del Poder Ejecutivo lamentó que familias de escasos recursos económicos arriesguen sus vidas subsistiendo en zonas de peligro en esta ciudad.
Martínez dispuso la entrega inmediata de raciones alimenticias crudas que serán proporcionadas por la Defensa Civil a las familias afectadas y luego se realizará un levantamiento en coordinación con el organismo de socorro para otro tipo de asistencia.
“Esto es un tema bastante preocupante y nosotros quisimos venir personalmente a constatar cuáles fueron las consecuencias de esta situación”, señaló.
El funcionario reiteró que las zonas de riesgo en Santiago y el país no deben ser habitadas por seres humanos ni las autoridades municipales aceptar construcciones de viviendas en esos lugares.
De su lado, Arias explicó que lugares como los Hoyos de Puchula, Bartola y los Barrios Nuevo, La Herradura también fueron inundados por los aguaceros.
Sin embargo, aclaró que las familias que residen en lugares de alto riesgo saben cómo actuar en caso de inundaciones, porque ese organismo de socorro preparó comités barriales en cada punto de peligro de la provincia.
En el noroeste mucha alegría
En Dajabón llovió torrencialmente ayer tarde, lo mismo que en Mao y Santiago Rodríguez, llevando la alegría a los productores pecuarios y agrícolas.
Daniel Valerio y Jorge Bernard, presidentes de la Asociación de Ganaderos del Noroeste y de Santiago Rodríguez, respectivamente, dieron gracias a Dios por enviarle las lluvias y dijeron que no aguantaban un día más. Dijeron esperar que las lluvias continúen para que las lagunas recuperen sus cauces y el pasto renazca a fin de que las vacas puedan beber y alimentarse. Mientras los agricultores que tenían preparada a la espera de lluvias comenzaron de inmediato la siembra.
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