Un saldo de al menos 400 mil personas han resultado afectadas por las fuertes lluvias e inundaciones en un distrito y zonas colindantes en la provincia sureña paquistaní de Sindh, indicaron autoridades.
El portavoz de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA, por sus siglas en inglés), Imtiaz Mohyudín, aseguró que la situación está “bajo control” y gran parte de la población fue desalojada sin que se registraran víctimas mortales. Las autoridades reubicaron a un millón de personas en Sindh.
El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, visitó ayer las zonas afectadas de Sindh y ordenó a la NDMA que distribuya ayuda entre los damnificados. Se han desplegado ya unas 15 mil tiendas de campaña que se habilitarán para dar cobijo a los desplazados.
El gobierno y las organizaciones de ayuda humanitaria se mantienen bajo alerta este año tras la catástrofe de 2010, cuando murieron mil 767 personas a causa de las inundaciones.
La falta de recursos, el precario estado de las infraestructuras y la situación vulnerable de la población, sobre todo en áreas rurales, contribuyeron a aumentar la dimensión de la catástrofe.
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