Las fuertes lluvias de este año
ya destruyeron 435 casas. Ha sido la tragedia invernal más fuerte desde aquel
fatídico 12 de febrero de 2005, cuando una avalancha del Río de Oro causó
muerte y desolación en Bucaramanga y en el vecino municipio de Girón.
Al menos 22 mil 542 familias
afectadas, 42 personas muertas, otras nueve heridas e incluso siete
desaparecidas, hacen parte del saldo trágico que ha dejado, este año, el
invierno en Santander.
La estadística revela que 1.925
viviendas han resultado afectadas por la acción de las lluvias, mientras que
otras 435 están totalmente destruidas.
Así lo informa Elvia Hercilia
Páez Gómez, directora general de la Corporación Autónoma Regional para la
Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, al término de un diagnóstico hecho
sobre los estragos que ha causado en nuestro Departamento el fenómeno
climatológico conocido como: “La Niña”.
Los datos son ratificados a esta
Redacción por el Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres y
el Ministerio del Interior y de Justicia, a través de la Dirección de Gestión
del Riesgo.
En todo el territorio nacional,
tres millones 69 mil 300 colombianos están hoy damnificados por las lluvias,
entre ellos 80 mil 120 santandereanos.
En Bucaramanga, los barrios más azotados con las emergencias son:
Morrorrico, Regaderos, José Antonio Galán, 5 de Enero, Don Bosco, Campohermoso
y Nápoles, entre otros.
La Directora General de la Cdmb
dice que: “la entidad ha atendido estas zonas afectadas con acciones para
mitigar los riesgos de deslizamientos y de inundaciones. Tales obras han contado con una inversión cercana a
los $5.806 millones”.
Hemos adelantado obras de
estabili-zación de taludes en las escarpas más neurálgicas de la meseta. Sin
embargo, es
preciso redoblar esfuerzos para
evitar más tragedias invernales:Elvia Hercilia Páez Gómez, directora general de
la Cdmb.
Ojo con las inundaciones
Todos los asentamientos
subnormales que se han levantado sobre los márgenes del Río de Oro, en los
límites entre Bucaramanga y Girón, están en un riesgo inminente. De hecho, es
preciso que las autoridades de esos dos municipios, así como los organismos de
prevención y control de desastres, adelanten allí operativos de desalojo.
Y es que según los pronósticos
del Instituto de Hidrología y Estudios Ambientales, Ideam, la cercanía de la
nueva temporada de lluvias obliga a todas las entidades a “encender las
alarmas”, para evitar que se repitan las tragedias que han sacudido a Santander
durante los últimos meses.
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