Por tercera vez en apenas unos
meses, una tubería de abastecimiento de Emasesa volvió a estallar ayer en el
barrio del Zodíaco provocando una inundación, un problema en teoría menor si no
fuera por los informes que maneja Urbanismo sobre el estado del terreno en esa
zona. El presidente de la Intercomunidad del Zodíaco, Ángel Naranjo, explicó
ayer a ABC que con este nuevo incidente se ha podido confirmar lo que la
Gerencia ya conocía: «Las filtraciones de agua están disolviendo la primera
capa de tierra bajo el asfalto y todo eso está hueco, por lo que hay un
importante riesgo de hundimiento superficial en varias zonas del barrio». Eso
sí, Naranjo aclaró que dicho riesgo «no afecta a las viviendas, ya que éstas
están ancladas a más de 15 metros». El responsable vecinal también asegura que
«en unas prospecciones que han hecho hay indicios de agua clara y también aguas
grises en la zona, ya que el barrio tiene 38 años y las conducciones de aquella
época dejan mucho que desear». A este respecto, Naranjo teme que tras la
ruptura de la tubería de ayer «el agua haya vuelto a comerse gran parte del
terreno, ya que los cinco primeros metros de profundidad es de tierra de poca
densidad». No obstante, los efectivos de Emasesa solucionaron la avería con
rapidez, por lo que el caudal de agua ha sido en esta ocasión muy inferior al
de otras ocasiones. Pero para el presidente es cada vez más urgente que se
acometan los trabajos para solucionar el problema, algo que cree que ocurrirá
pronto: «No creo que ahora tarden mucho con las informaciones que Urbanismo
tiene y con el gobierno nuevo, que espero que trabaje mejor que el que
teníamos».
Por otra parte, Naranjo asegura
que las tuberías de abastecimiento de Emasesa en el Zodíaco tienen amianto, «un
material cancerígeno». «Nosotros hemos tenido que cambiar las conducciones de
nuestras viviendas para la Inspección Técnica de Edificios porque se nos obliga
a ello, por lo que no tiene sentido que la administración pública las
mantenga».
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