MANILA.- La catástrofe ha dejado 1.080 muertos hasta
ahora, mientras las autoridades actualizan los datos y rescatan decenas de
cadáveres.
El número de desaparecidos en las inundaciones ocurridas
el fin de semana al sur de Filipinas se disparó hoy por encima del millar,
mientras las autoridades tratan de actualizar los datos de una de las peores
catástrofes naturales en ese país de Asia.
El recuento oficial se mantiene en 1.080 víctimas
fatales, pero los equipos de rescate siguen recuperando cadáveres arrastrados
hacia el mar.
El último informe del Centro Nacional de Prevención de
Desastres elevó a 1.079 el número de desaparecidos. Hasta ayer sólo contaba 53
personas.
Florentino Sison, portavoz de la Oficina de Defensa
Civil, explicó a la estación de TV ABS-CBN que los funcionarios desplazados a
Cagayan de Oro e Iligan, las dos ciudades más afectadas, han podido actualizar
sus datos en las últimas horas gracias a los familiares de personas
desaparecidas.
El funcionario advirtió de que "en el peor escenario
posible", los desaparecidos terminarán siendo incluidos en la lista de
muertos.
Los equipos de rescate llevan días rescatando decenas de
cadáveres que fueron arrastrados hasta el mar cerca de las costas de Bohol y
Cebú, a más de 100 kilómetros del lugar del desastre.
Al menos 674.472 fueron afectadas por las riadas y casi
50 mil todavía permanecen hacinadas en 45 centros de evacuación situados en la
isla de Mindanao.
El número de heridos asciende a 1.979, la mayoría por
golpes y cortes sufridos durante la inundación. Están expuestos a infecciones
de tétanos, ya que escasean las vacunas.
Las autoridades filipinas temen la aparición de epidemias
como la disentería, la leptospirosis y el cólera debido a las malas condiciones
de higiene y a la falta de agua corriente en Cagayan de Oro, la ciudad más
perjudicada.
La tormenta tropical “Washi” golpeó entre la madrugada
del pasado viernes y la mañana del sábado y dejó un reguero de destrucción en
13 provincias entre los grupos de islas de Visayas y las de Mindanao.
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