El nevado principal del grupo
de montañas conocido bajo el nombre de Tuni Condoriri, que asemeja un cóndor
con las alas abiertas, desaparece poco a poco debido al cambio climático. Pero
el calentamiento global no sólo amenaza la belleza de ese recóndito lugar, sino
también la provisión de agua de las ciudades de La Paz y El Alto.
Oculto en medio de la
Cordillera Real de los Andes, a 60 kilómetros de La Paz, la zona atesora un
paraje luminoso, deshabitado casi por completo, pintado con la nieve de varias
montañas, entre ellas el Condoriri de 5.800 metros de altitud, rodeado de
lagunas cristalinas, humedales y fauna andina.
Al nevado principal llegan
mayoritariamente montañistas y excursionistas extranjeros, tras un viaje de
tres horas en autobús por una carretera asfaltada y luego por una angosta vía
de tierra, además de otras tres horas a pie por senderos ubicados entre 4.500 y
5.000 metros sobre el nivel del mar (msnm).
Un grupo de jóvenes de La Paz,
organizados en el movimiento Reacción Climática, ha comenzado a promover la
visita al lugar de paceños y alteños no sólo para que conozcan el paraje, sino
para que entiendan la importancia del Tuni Condoriri en su vida diaria, que
surte hasta un 40 por ciento del agua que consumen. Ambas ciudades, con dos
millones de habitantes, están cerca de la Cordillera Real amenazada por el
cambio climático.
El andinista y médico Juan
Pablo Ando, que acompañó el pasado fin de semana a los jóvenes a la montaña,
señaló que desde 1995 el Tuni Condoriri retrocedió de 400 a 600 metros de
longitud y su capa perdió hasta 30 metros de altitud, al tiempo que se volvió
angosta.
Manto de nieve
Parado sobre un reguero de
piedras y barro antes cubiertos por el glaciar, Ando dijo que ésa es la prueba
del retroceso del manto de nieve y advierte que el deshielo está afectando cada
vez más el lugar, sin que nadie en La Paz o El Alto asuma conciencia sobre lo
que se viene en las próximas décadas.
Se estima que entre 1956 y
2006 el sistema de glaciares del Tuni Condoriri perdió un 40 por ciento de su
superficie y se calcula que el glaciar principal desaparecerá en 2045; el del
Tuni lo hará en 2045.
En 2009 desapareció el glaciar
Chacaltaya, cuyo pico está a 5.395 msnm, al tiempo que la demanda de agua en El
Alto y La Paz sobrepasó la oferta, agrega Reacción Climática.
Ando, miembro del Club Andino
Boliviano, subrayó que es la primera vez en años que ve a decenas de bolivianos
interesados en llegar a esas altas montañas, pues lo habitual es guiar a
extranjeros que las escalan.
El andinista reprocha que en
las ciudades la gente asuma que el agua siempre saldrá de su grifo, sin conocer
de dónde proviene, y recuerda que en 2005 ya se vivieron en La Paz y El Alto
racionamientos por la reducción de las aguas del Tuni Condoriri.
Cambio climático
El cambio climático, agrega,
también afectará a las hidroeléctricas que funcionan con agua del nevado Huayna
Potosí, así como a la provisión de alimentos cultivados en las faldas del
Illimani, mientras varias rutas turísticas de montaña se vuelven mortales por
el deshielo.
La joven inglesa Nicky
Scordellis, que trabaja en Bolivia hace más de cuatro años como consultora
ambiental, declaró que Reacción Climática quiere promover la conciencia sobre
la importancia del activismo contra el cambio climático.
En su criterio, en el mundo
hay tecnología, dinero e ideas para solucionar los problemas del cambio
climático, “pero lo que no existe es la voluntad política de los líderes del
mundo”.
“Hay que hacer activismo y demostrar
a los líderes del mundo que la gente quiere cambio”, apunta Scordellis, que
organizó la visita al Tuni Condoriri como parte de la campaña Conecta los
Puntos, que busca identificar los lugares del mundo más afectados por el cambio
climático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario