El mapa muestra el nivel de
sequía y desecación en los EE.UU. en julio de 2011. Mapa cortesía del
Ministerio de Agricultura de los EE.UU. Pulse en la imagen para agrandarla.
El cambio climático está aquí y,
con él, las ocasiones para las condiciones erráticas del tiempo, según afirman
los científicos. Un grupo prestigioso de climatólogos publicó un informe
sobresaliente que asegura de manera dramática que el cambio climático está
afectando el estado del tiempo—y, a su vez, nuestros cultivos alimentarios,
nuestras economías e inclusive nuestras vidas—aquí y ahora. El nuevo informe,
que apareció en American Meteorological Society [Sociedad meteorológica
americana], es la primera de lo que se pretende sean entregas anuales que
develen las conexiones entre el cambio climático y los sucesos individuales de
condiciones extremas del tiempo, como las olas de calor, las sequías y las
inundaciones.
"2011 será recordado como un
año de sucesos extremos, tanto en los Estados Unidos como alrededor del
mundo," dijo en conferencia de prensa Kathryn D. Sullivan, administradora
adjunta de National Oceanic and Atmospheric Association [Asociación nacional
para asuntos oceánicos y atmosféricos]. "Las condiciones del tiempo están
enmarcadas por un medio ambiente que está cambiando en todo el mundo."
Para citar un caso, los
investigadores hallaron que el cambio climático hace 20 veces más probable la
sequía devastadora que asoló Tejas el año pasado, en comparación con la probabilidad
que tenía un suceso así hace cincuenta años.
"Hallamos que la
probabilidad de sucesos extremos de calor fue 20 veces mayor en 2008 que en la
década de los 60 en que se hizo sentir La Niña, y encontramos indicativos de
mayor frecuencia en los totales de precipitación que se dan en las estaciones
más secas," escribieron los investigadores, quienes usaron 2008, dada la
disponibilidad de datos, en lugar de 2011.
La sequía de Tejas agotó las
fuentes de agua, diezmó cultivos, obligó a los ganaderos a matar algunas
cabezas de ganado, y eliminó cientos de millones de árboles. Se estima que el
estado perdió $7,62 miles de millones en las industrias ganadera y agrícola.
Los científicos también
relacionaron de manera directa un noviembre inusualmente cálido en Bretaña con
el mundo en proceso de calentamiento. Encontraron que el cambio climático hace
al calor anormal 60 veces más probable. Fue el segundo noviembre más cálido en
Bretaña de los últimos 350 años.
"Esto no significa que haya
que culpar al cambio climático por cualquier condición extrema del tiempo o por
cualquier suceso climático. Después de todo, el tiempo siempre ha pasado por
condiciones extremas," escribieron los científicos. Los investigadores no
encontraron vínculos significativos entre la épica inundación del año pasado en
Tailandia y el cambio climático, y anotaron que "la cantidad de lluvia que
cayó en el área de captura no fue del todo inusual." Más bien afirman que
otros factores hidrológicos afectaron esta condición extrema del tiempo más que
el hecho de que el mundo está más caliente.
Aun así, lo que en general se
extrae del informe es que el cambio climático está aquí y que está desempeñando
una función significativa en los desastres que se dan en el mundo.
De hecho, uno de los hallazgos
del informe, quizás el más impresionante, es la probable conexión entre el
cambio climático y la sequía del año pasado en el África oriental. Exacerbada
por el conflicto y la inestabilidad gubernamental, la sequía empujó a Somalia a
una situación de hambruna en la cual murieron entre 50.000 y 100.000 personas,
cuya mayoría probablemente haya sido niñas y niños de menos de 5 años.
"Aunque muchos factores que
no eran climáticos contribuyeron a esta crisis (el alza mundial en los precios
de los alimentos, la inestabilidad política y la pobreza crónica, entre otros),
la falta de lluvias [...] jugó un papel crítico," escribieron los
científicos.
Argumentan que el aumento de 0,7
grados Celsius en las temperaturas superficiales de los Océanos Pacífico e
Índico en los últimos cincuenta años ha hecho más probable que haya sequías y
no haya lluvias en la región.
"Aunque [las condiciones de]
La Niña [el año pasado] cumplieron una función notable en la ausencia de
lluvias en el Asia oriental, hay evidencia de que el calentamiento en el charco
cálido de los Océanos Pacífico occidental e Índico contribuyó a una mayor
frecuencia de sequías en esta región," escribieron los científicos. Sin
embargo, a diferencia de otros análisis, los investigadores aún no están listos
para poner en cifras la mayor probabilidad de sequías en la región que causa el
cambio climático.
Pese a ello, los investigadores
añaden que sus hallazgos sobre la sequía del África oriental son
significativos, dados los obstáculos que encaran los científicos a la hora de
recolectar observaciones y armar modelos climáticos en países en desarrollo que
carecen de los recursos de los que gozan las naciones industrializadas.
Pese a que aún es joven la
ciencia que busca atribuir de manera directa los sucesos extremos del tiempo a
un planeta en calentamiento, esta ciencia puede señalar con veracidad cuán
rápida y dramáticamente está cambiando el mundo a raíz del calentamiento
global.
"Aun cuando resta mucho por
hacer en la ciencia de la atribución: desarrollar mejores conjuntos de datos de
observaciones, mejorar metodologías, entender mejor los modelos climáticos, y
evaluarlos y mejorarlos, las contribuciones en este artículo demuestran que se
puede hacer evaluaciones significativas," escribieron los científicos.
Para mitigar el cambio climático
se debe reducir las emisiones de gas de efecto invernadero. Hace mucho que los
expertos urgen el cambio de fuentes de energía, de combustible fósil a fuentes
renovables; apremian una mayor eficiencia energética; y presionan por la
protección y restauración de bosques y otros ecosistemas que abundan en
carbono. A pesar de décadas de reuniones con líderes internacionales sobre el
tema, las emisiones de gas de efecto invernadero siguen en alza.
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