Los núcleos de hielo y de suelo oceánico son a sus restos mejores registros de cambios en la temperatura global y en el contenido de dióxido de carbono atmosférico en los últimos 800.000 años. Los datos muestran una clara periodicidad en la temperatura global que se cree que está relacionada con el ciclo de Milankovitch.
Los núcleos de hielo y de suelo oceánico son a sus restos mejores registros de cambios en la temperatura global y en el contenido de dióxido de carbono atmosférico en los últimos 800.000 años. Los datos muestran una clara periodicidad en la temperatura global que se cree que está relacionada con el ciclo de Milankovitch.
-Variación de la inclinación del eje terrestre: este ciclo tiene una duración de 41000 años y en el la inclinación del eje de la Tierra varía desde 22,1 grados a 24,5 grados (ver figura de la izquierda). La actual inclinación del eje de la Tierra es de 23,5°.
- Precesión de los equinoccios: el eje de la Tierra oscila una peonza en un ciclo de unos 25800 años. En este ciclo provoca un desplazamiento del punto o Aries, que se definen como la intersección entre el plano eclíptico con el Ecuador terrestre. Durante este ciclo se llega a un punto cuando el solsticio de un hemisferio coincide con el perihelio, produciendo veranos más cálidos y los inviernos más fríos. Al menos esto debería suceder en la actualidad en el hemisferio sur aunque esto se compensa debido a la mayor masa oceánica del hemisferio austral.
- Ciclo de excentricidad orbital de la Tierra: la órbita de la Tierra varía a lo largo de los años desde tener una forma casi totalmente esférica de sólo 0,05 (muy poco excéntrica) cambia hasta llegar a ser mucho más elíptica 0,058 esto provoca que en el momento de más excentricidad los contrastes de temperatura que se dan entre perihelio y afelio sean mucho más marcados el componente principal de este ciclo tiene una duración de 413.000 años.
- Ciclo de la oscilación de plano eclíptico: la Tierra se mueve al norte y al sur el plano un eclíptico definido por la órbita de Júpiter. Este ciclo tiene una duración de 100.000 años. Este efecto está producido por la atracción de los demás planetas.
Estos cuatro ciclos combinados básicamente se refuerzan para producir periodos glaciales.
Los núcleos de hielo muestran una correlación aproximada entre estos ciclos orbitales, conn los periodos glaciales. Aunque no exista un cambio significativo en el la cantidad de radiación solar que alcanza la Tierra durante una órbita, los lentos cambios orbitales pueden llevar a un incremento de las sombras en las regiones Polares y por tanto un enfriamiento.
Una vez el hielo comienza avanzar desde los polos, se desarrolla un ciclo de retroalimentación positiva que refleja la mayor parte del calor solar hacia el espacio, y de esta forma va reduciendo las temperaturas medias globales.
Se cree que lo que limita el avance del hielo es el incremento del CO2 en la atmósfera, que puede medirse en las burbujas de aire atrapadas en los núcleos de hielo. Una mayor formación del hielo deja un menor espacio para la fotosíntesis y la erosión de silicatos para capturar el dióxido de carbono atmosférico. Por lo que cuanto más y hielo se formen, más dióxido de carbono se acumulará en la atmósfera, lo que causa que las temperaturas medias globales aumenten, y que a su vez poner límites a la formación del hielo.
Por supuesto lo opuesto también es verdadero en cuanto a la fusión del hielo. La fusión del hielo también sigue un ciclo de retroalimentación positiva pues todo que cuanto más y hielo exista implicará un menor albedo (menor reflectividad superficial), lo que implica que menos radiación solar se ha reflejado al espacio y por tanto las temperaturas medias globales aumentan. Pero de nuevo el CO2 arrojado al atmósfera por la fotosíntesis de los bosques y la erosión de la rocas. La consecuente caída en el CO2 atmosférico inferior planeta y por tanto limita el proceso de fusión de los hielos.
Pero aquí es donde está el problema. Actualmente estamos en una fase que fusión del hielo del ciclo de Milankovitch, donde la órbita de la Tierra está más próxima a una forma de circunferencia y en el que la inclinación de la Tierra se acerca más a la perpendicular. Sin embargo, los niveles de CO2 no están disminuyendo principalmente por el efecto de producción antropogenica. Sin el factor limitante de un CO2 en disminución que hemos visto que en otros ciclos anteriores de Milankovitch, presumiblemente el hielo va a continuar fundiéndose mientras el albedo terrestre disminuye.
Los olvidados ciclos de Millankovitch nos muestran un aspecto más de la inmensa complejidad del clima y ponen cada vez más en evidencia a profetas del Apocalípsis con oscuros y turbios intereses.
Recientemente hemos asistido a la confirmación de una vergonzosa manipulación de expertos científicos con fines políticos. Los últimos datos no parecen ofrecer un incremento de temperatura claro, y el calentamiento global es considerado por algunos como local. Los últimos datos parecen apuntar a una disminución de hielo en el ártico y un aumento en el antártico. Aunque por supuesto existe una guerra de cifras, pues existe mucho interés en los más altos estamentos políticos en exagerar el tema del cambio climático y falsear cifras e interpretaciones. Parece cada vez más claro que el CO2 tiene un papel secundario en todo esto, All Gore con toda su palabrería y un barniz de científico barato ha intentado envenenar a la opinión pública y crear un caldo de cultivo para justificar tratados tan estrafalarios y dañinos como Kyoto.
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