El cambio climático está acelerando el proceso de selección natural y formación de nuevas especies que Charles Darwin popularizó en su estudio El origen de las especies.
Un ejemplo es el llamado oso ‘grolar’ una cruza entre oso polar y oso pardo cuyo nombre proviene de la conjunción de las palabras ‘polar’ y ‘grizzly’ (pardo en inglés). Esta nueva especie fue observada por primera vez en 2006 y se confirmó que poseía material genético de ambas clases de osos.
De acuerdo al científico australiano James Watson, esto tiene que ver con la ley natural de supervivencia. “Hay mucha evidencia de que con el cambio climático, muchas especies tendrán cambios en concordancia con esto.Estamos viendo cada vez más evidencia de que distintas especies están siendo forzadas a ‘fusionarse’ y que son genéticamente bastante similares, por eso no es sorprendente que haya endogamia a causa de eso”, señaló en declaraciones a la cadena de noticias australiana ABC.
Por su parte, el diario inglés Times asegura que esto tiene que ver también con cambios geográficos provocados por el cambio climático: los osos pardos están moviéndose al norte a territorios que antes eran demasiado fríos para ellos, y ocupando territorio de los polares, compitiendo por comida e incluso por hembras.
De acuerdo a la misma publicación, un científico de la Universidad de Alberta, Canadá, fotografió recientemente a osos pardos en la Isla Melville, mil millas (1600 kilómetros) al norte del Círculo Artico, la locación más nórdica en la cual se haya visto a un oso pardo y para la cual deben haber cruzado casi 100 kilómetros de hielo.
Hasta el momento, el comportamiento de las dos especies es confuso: en algunos casos aparejándose y en otros, peleando. Esto demostraría que las mismas no saben cómo comportarse con la especie opuesta.
Mientras algunos científicos citados por Times aseguran que los estilos de vida diferentes de los osos prevendrán que los mismos se aparejen más, otros aseguran que de una forma u otra (peleando o relacionándose), las cosas podrían cambiar mucho para ambas especies en los próximos años.
Con temas como este, es interesante y a la vez preocupante presenciar cómo el cambio climático está afectando a todos los factores relacionados con la vida en la tierra.
Frente a esto, Watson aseguró que la comunidad política necesita actuar mucho más rápido. “Los objetivos de reducción de emisiones [que se están planteando] son muy bajos, hay muchos estudios científicos demostrando que tenemos que tener objetivos mucho más altos para enfrentar el problema climático en forma realista”, indicó el australiano a The Sidney Morning Herald.
Un ejemplo es el llamado oso ‘grolar’ una cruza entre oso polar y oso pardo cuyo nombre proviene de la conjunción de las palabras ‘polar’ y ‘grizzly’ (pardo en inglés). Esta nueva especie fue observada por primera vez en 2006 y se confirmó que poseía material genético de ambas clases de osos.
De acuerdo al científico australiano James Watson, esto tiene que ver con la ley natural de supervivencia. “Hay mucha evidencia de que con el cambio climático, muchas especies tendrán cambios en concordancia con esto.Estamos viendo cada vez más evidencia de que distintas especies están siendo forzadas a ‘fusionarse’ y que son genéticamente bastante similares, por eso no es sorprendente que haya endogamia a causa de eso”, señaló en declaraciones a la cadena de noticias australiana ABC.
Por su parte, el diario inglés Times asegura que esto tiene que ver también con cambios geográficos provocados por el cambio climático: los osos pardos están moviéndose al norte a territorios que antes eran demasiado fríos para ellos, y ocupando territorio de los polares, compitiendo por comida e incluso por hembras.
De acuerdo a la misma publicación, un científico de la Universidad de Alberta, Canadá, fotografió recientemente a osos pardos en la Isla Melville, mil millas (1600 kilómetros) al norte del Círculo Artico, la locación más nórdica en la cual se haya visto a un oso pardo y para la cual deben haber cruzado casi 100 kilómetros de hielo.
Hasta el momento, el comportamiento de las dos especies es confuso: en algunos casos aparejándose y en otros, peleando. Esto demostraría que las mismas no saben cómo comportarse con la especie opuesta.
Mientras algunos científicos citados por Times aseguran que los estilos de vida diferentes de los osos prevendrán que los mismos se aparejen más, otros aseguran que de una forma u otra (peleando o relacionándose), las cosas podrían cambiar mucho para ambas especies en los próximos años.
Con temas como este, es interesante y a la vez preocupante presenciar cómo el cambio climático está afectando a todos los factores relacionados con la vida en la tierra.
Frente a esto, Watson aseguró que la comunidad política necesita actuar mucho más rápido. “Los objetivos de reducción de emisiones [que se están planteando] son muy bajos, hay muchos estudios científicos demostrando que tenemos que tener objetivos mucho más altos para enfrentar el problema climático en forma realista”, indicó el australiano a The Sidney Morning Herald.
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