El presidente Felipe Calderón Hinojosa afirmó que su administración impulsa grandes obras hidráulicas en la zona conurbada del Valle de México, con el objetivo de que no haya más inundaciones catastróficas.
“Vamos a seguir trabajando, vamos a intensificar nuestras acciones con un objetivo bien claro: nunca más inundaciones catastróficas en Ixtapaluca, Chalco y Valle de Chalco Solidaridad”, afirmó.
Insistió en que con esas obras se intenta que no haya “nunca más” inundaciones en Ecatepec, Nezahualcóyotl y Atizapán (en el Estado de México) o en las delegaciones Iztapalapa, Cuauhtémoc o Gustavo A. Madero, del Distrito Federal.
En la inauguración de la Planta de Bombeo La Caldera, la cual, dijo, costó más de dos mil millones de pesos, mencionó que con obras de ese tipo se da una verdadera solución de fondo a los problemas de inundaciones.
Comentó que, además, falta construir el Túnel Emisor Oriente, que es como hacer una carretera de dos carriles tan larga como la México-Cuernavaca, sólo que a 70 metros de profundidad en promedio, y que salvará a esos municipios mexiquenses y delegaciones del Distrito Federal de una inundación catastrófica.
Destacó que así se hacen, “modestia aparte”, las mayores obras hidráulicas que se hayan hecho en la ciudad de México, “por lo menos en toda esta zona oriente de la ciudad de México, en toda la historia”.
Acompañado por el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; y el director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege, el Ejecutivo federal indicó que sólo en el Plan Hídrico del Valle de México se invertirán 61 mil millones de pesos, que constituye una cifra “sin precedentes”.
Destacó la importancia de que esto se pueda hacer, “porque sabemos lo mucho que ha sufrido la gente, sobre todo que es la gente más pobre la que vive por aquí, la que vive en Ixtapaluca, en Chimalhuacán, en Chalco, en Valle de Chalco, la que más sufre”.
Expuso que “a la gente que vive en esos municipios del Estado de México le ha costado mucho trabajo hacer su casita y juntar, y han trabajado muy duro para comprarse un sillón, un refrigerador, etcétera, y de repente viene la inundación y se acaba la casa, se acaba el refri, se acaba el sillón, se acaba la televisión”.
“Ese sufrimiento, además de no tener dónde vivir, de no tener dónde tener a los hijos, ese sufrimiento, esperamos, ahora, se acabará con estas grandes obras que tenemos el honor de inaugurar”, agregó.
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