Los fenómenos meteorológicos extremos pueden producir estrés y abuso de alcohol y drogas, según un estudio realizado en Australia
Los ciclones, las sequías y otros fenómenos potenciados por el calentamiento global repercuten en el estado psicológico de las personas afectadas.
La investigación precisa que los fenómenos meteorológicos pueden dejar secuelas psicológicas tendientes a la depresión, al consumo de drogas y alcohol y al estrés. Incluso, pueden producir comportamientos violentos, problemas y rupturas familiares y elevar la tasa de suicidio.
Además, de acuerdo con el informe "Un clima de sufrimiento", la continuidad de eventos meteorológicos extremos crearon niveles de inseguridad y ansiedad en los menores comparables con la época de la Guerra Fría.
Como ejemplo, el estudio realizado por el Instituto Climático señala que uno de cada diez niños en edad escolar mostró síntomas de estrés postraumático después del paso del ciclón Larry en 2006.
Los científicos tomaron como referencia otro caso, el de la larga sequía que afectó a las zonas rurales de Nueva Gales del Sur en 2005, en el sureste australiano. Según estudiaron, se incrementó en un ocho por ciento la tasa de suicidios en la región a causa de esa situación.
A principio de año, Australia sufrió una sequía de meses que luego fue seguida de inundaciones. "Muchos negocios quebraron y mucha gente abandonó sus comunidades. La angustia financiera también acarrea la angustia psicológica y lamentablemente, en algunos casos, suicidio, violencia doméstica y alcoholismo", señaló el médico integrante del equipo de investigación, Rob Grenfell.
En la presentación del informe, el especialista Ian Hickie indicó que, si no se revierten los niveles de contaminación, los eventos climáticos extremos y sus consecuencias aumentarán en frecuencia e intensidad.
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