José Azueta, Ver.- El agua ya tocó sus hogares, sus pollos y cerdos los tienen a orilla de las vías del ferrocarril, esperando que el agua baje para poder llevarlos nuevamente a sus patios, unos ven esto como una desgracia, otros los más pequeños ven la inundación de su comunidad como una diversión.
Así está El Maguey, una comunidad que está a orilla del rio Tesechoacán, y que año con año sufre los estragos de la lluvia, año con año las 300 familias que viven allí, ven sus casas inundarse, perder sus cosas y hasta en ocasiones ver a sus animales ahogarse.
Aquí en el Maguey, vive doña Cointa, una señora de aproximadamente 50 años que todos los años ha visto su casa inundarse, antes cuando estaba con su esposo, estos días de lluvia los veía pasar rápido, ahora que está sola, tiene que esperar a que alguien la ayude para poder salirse cuando el agua ya toca el piso de su casa.
Al entrar a su casa, vimos como sus pollitos ya estaban encerrados en una reja que ella improvisó para que no se ahogaran, el agua del rio Tesechoacan, ya esta rosando el piso de su casa para entrar y es allí cuando ella cuenta que tiene que pedir ayuda para poder salirse, no sin antes dejar sus cosas alzadas para no perderlas como el año pasado, y así irse a uno de los albergues que ya están listos para refugiar a varias familias.
Así como Doña Cointia, viven todos en el Maguey, unos desde sus casas viendo el agua como golpea las paredes, otros más en chalupas acarreando gente de sus casas hasta la vía, donde están decenas de cerdos amarrados, unos en el agua otros en el sol, perros junto de sus dueños que también están esperando que el agua baje, para poder regresar a sus hogares.
Esto es el Maguey, comunidad asentada a la orilla del rio, rio que los alimenta y a la vez les quita lo poco que tienen.
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