El cambio climático es una
"realidad científica" que, además de destruir la capa de ozono,
también tiene repercusiones económicas y para la salud, según un compendio de
estudios recogidos por el proyecto Clamer.
"Hemos acumulado pruebas
convincentes e inquietantes", asegura el doctor Carlo Heip, director del
Royal Netherlands Institute of Sea Research y coordinador del Proyecto Clamer.
En una entrevista con Efe, Heip
advirtió sobre las consecuencias que el calentamiento global tendrá en un plazo
medio de unos 30 años y de los cambios que ya está experimentando nuestro
planeta, como el calentamiento de los mares y los océanos con el impacto que
tiene en otros aspectos de la vida cotidiana del hombre como la salud.
"Todos tenemos que prestar
atención a las claras advertencias de los peligros que enfrentamos", en
particular respecto al medio marino, cuyos cambios físicos, químicos y
biológicos tienen "grave consecuencias".
La subida del nivel del mar, la
erosión costera, el deshielo, la frecuencia de tormentas y su intensidad, los
cambios físicos y los cambios en los patrones de la vida marina son algunos de
ellos que como impacto último tienen a los seres humanos.
"Si la temperaturas del mar
aumenta, esto puede traer consigo más bacterias que pueden afectar a la
salud", advirtió Heip, quien subrayó la necesidad que tiene la comunidad
científica de comunicar mejor estas "evidencias" para crear más
conciencia entre el publico.
El estudio señala, por ejemplo,
los altos costes para los sistemas sanitarios que puede tener una intoxicación
masiva por ingerir productos de mar contaminados por agentes patógenos
transmitidos por el agua.
"Las condiciones climáticas
juegan un papel cada vez más importante en el transmisión de estas
enfermedades", advierte el estudio, que señala también el incremento de
infecciones respiratorias que se han detectado de un tiempo a esta parte.
El mensaje que quieren transmitir
los científicos a los políticos es que tienen que tomar acciones ya para evitar
consecuencias peores dentro de unos años.
"No creemos que la gente no
esté preocupada, pero es algo que no se nota a diario, los cambios van poco a
poco, por eso es necesario poner mucha más atención ahora para poder evitar
efectos más dañinos", señaló.
La promoción de las energías
verdes y la reducción de las emisiones de CO2 están entre las soluciones. Heip
dijo que países como China e India, que están envueltos en un desarrollo
industrial sin precedentes, no tienen la conciencia medioambiental suficiente.
"Las consecuencias se verán
dentro de 30 ó 40 años". Por eso, hay que "tratar de parar ahora (las
emisiones) antes de que se nos vaya por completo de las manos".
Estados Unidos también podría
hacer más, según Heip, quien señaló que a pesar de que el presidente Barack
Obama ha tratado de legislar en este sentido no ha tenido mucho éxito.
En cuanto a aquellos que todavía
dudan de que el cambio climático exista, Heip aseguró que hay hechos
científicos que lo prueban y también que, aunque hay otros factores como las
manchas solares que afectan a la capa de ozono, el 95 por ciento es causa del
hombre.
El proyecto Clamer, que llevan a
cabo 17 institutos marinos europeos, ha recopilado y sintetizado más de 100
estudios financiados por la Unión Europea en los últimos 10 años sobre el
cambio climático y sus efectos sobre los océanos y mares europeos.
La síntesis de 200 páginas se
divulgará en una reunión que mantendrán entre el 14 y el 15 de septiembre en
Bruselas, donde además presentarán un documental sobre el cambio climático.
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