Buenos Aires.- Cerca de 30.000
usuarios permanecen sin suministro de energía en la provincia argentina de
Buenos Aires a raíz del fuerte temporal que el pasado miércoles dejó un saldo
de 17 muertos, informaron hoy fuentes oficiales.
"No soy meteorólogo pero
tampoco soy ciego. Lo que ocurrió el miércoles fue un tornado" que azotó a
Buenos Aires y su cinturón urbano, afirmó en una rueda de prensa el ministro
argentino de Planificación, Julio de Vido, quien estimó que este martes quedarán
resueltos los problemas por la falta de energía eléctrica.
El secretario argentino de
Seguridad, Sergio Berni, afirmó a su vez que no existen registros "en los
últimos cien años" de "tamaña tormenta" de lluvia, granizo y con
vientos de unos cien kilómetros por hora, que por unas horas dejó sin luz a
unos 600.000 usuarios.
A raíz del temporal, entre
25.000 y 30.000 viviendas perdieron el techo, puertas y ventanas y de 25.000 a
35.000 árboles caídos quedaron enroscados en cables, añadió Berni en la rueda de
prensa brindada en el Ministerio de Economía, en la capital argentina.
"Hay hogares donde está
todo destruido, la casa y la luz. Tenemos que trabajar para devolverle la
seguridad a la familia pero esto no se hace mágicamente", sostuvo la
ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.
"Este fenómeno climático
ha provocado un desequilibrio en todas las localidades" del conurbano
bonaerense, donde residen unas diez millones de personas, dijo la ministra.
Unas 32.000 familias fueron
asistidas a raíz del temporal, que también movilizó a 5.000 policías para
patrullar las zonas afectados, añadieron los funcionarios.
Vecinos y miembros de
agrupaciones "piqueteras" realizaron en los últimos días protestas en
barrios bonaerenses por la falta de luz y agua en las zonas perjudicadas por el
fenómeno, que derribó estructuras, postes de luz, antenas y grandes carteles.
El número de fallecidos en el
conurbano bonaerense suman once y en la capital argentina ascienden a cinco,
mientras que en el distrito vecino de Santa Fe, donde también se sintió la
tormenta, falleció un joven de 19 años electrocutado.
El temporal fue "casi un
tornado, una cosa infernal", definió el ministro de Espacio Público
porteño, Diego Santilli, durante un recorrido por barrios de Buenos Aires al
día siguiente de la tormenta, cuando amaneció soleado y con temperaturas
templadas.
Los fuertes vientos dañaron no
sólo viviendas, sino también a varios clubes, en los que cayeron techos,
luminarias y otras estructuras, lo que obligó a modificar horarios de partidos
de la Liga local.
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