Tras casi un mes de relativa
tranquilidad en las aguas tropicales del Pacífico Noreste, en cuanto a
actividad ciclónica, de nuevo la situación se ha tornado muy interesante con la
formación y progresos de la tormenta DANIEL. ¿Dónde radica este interés?
Los pronósticos acertaron en
cuanto a que DANIEL se convertiría en un huracán, en aguas abiertas, y sin
peligro para zonas habitadas. Sin embargo, lo que no estaba previsto, es que el
huracán llegaría a hacerse tan poderoso...
En el último boletín de discusión
sobre DANIEL, adjuntado justo arriba, y que es el nº17, el predictor Cangialosi
destaca el hecho de que el ciclón tropical siguió intensificándose desde el
boletín de discusión anterior (el nº16), asignando una intensidad de vientos
sostenidos de 100 KT (185 km/h) y por lo tanto, convirtiéndose en un
"major", gran huracán, o huracán mayor, de categoría 3 en la escala
de Saffir Simpson.
Pero lo más destacable de este
fenómeno de intensificación, es que se ha producido cuando el ciclón tropical
ya había rebasado la isoterma de 26ºC, en cuanto a temperaturas superficiales
del agua del océano (SST).
Por lo tanto, se siguen sumando
casos de intensificaciones inesperadas, en cuanto a la SST, poniendo una vez
más de manifiesto, que hay patrones atmosféricos que quizás sean más
determinantes que la propia SST para mantener la estructura de un ciclón
tropical, o favorecer su formación.
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