CIUDAD DE BUENOS AIRES. Un nuevo informe de la agencia rusa de energía atómica Rosatam pinta una imagen sombría del envejecimiento de las plantas de energía nuclear del país, mal preparadas para terremotos y otros fenómenos naturales.
Insuficientes, mal diseñadas y en mal estado, las centrales nucleares de Rusia bien pueden ser bombas de tiempo, indica un informe obtenido esta semana por el diario Le Temps.
El informe, elaborado por la agencia nuclear rusa, Rosatam, dice que las instalaciones nucleares del país padecen de por lo menos 31 fallas de seguridad graves. Entre otras cosas, las plantas de energía atómica de Rusia no están preparadas para el tipo de desastres naturales que recientemente afectó a la planta de Fukushima en Japón. Los diseñadores no tuvieron en cuenta el riesgo de terremotos al momento de la planificación de las instalaciones en Rusia, según el informe Rosatam.
Lo que es aún más preocupante es que algunas de las instalaciones nucleares de Rusia están inspiradas en la planta nuclear de Chernobyl, que estalló en abril de 1986 liberando grandes cantidades de contaminación radiactiva a la atmósfera. Además, la mayoría de las centrales nucleares no tienen mecanismos automáticos de cierre, que se supone debe entrar en funcionamiento ante una catástrofe natural. Los sistemas de refrigeración en varias plantas tienen muchas debilidades y, las plantas en general, carecen de personal calificado de seguridad, mantenimiento y reparación, reveló el informe Rostama.
Le Temps recibió el preocupante informe Rostama de Bellona, una organización ecologista noruega. El informe ha sido enviado al Presidente ruso Dmitri Medvedev. Según Ole Harbitz, jefe de la comisión de crisis de la Autoridad de Protección Radiológica de Noruega (Statens Strålevern), el presidente Medvedev ha dado señales que está tomando el riesgo de los desastres naturales de manera más seria tras el accidente del Fukushima.
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