En el cantón Mocha, el ganado pudo alimentarse luego de que las lluvias limpiaran los pastos.
La lluvia que se precipitó desde esta mañana en la provincia de Tungurahua ayudó a limpiar en parte la ceniza volcánica que cayó en los últimos días, tras la reactivación del volcán, en los cantones Mocha, Tisaleo, Cevallos y parte del norte de Ambato.
Sin embargo, los campesinos están preocupados por la reactivación del volcán. Según ellos, no toda la ceniza adherida a los pastos y hierba se lava con el agua lluvia. “Los residuos se quedan en las hojas, el tallo y las raíces. Finalmente la planta muere”, contó Efraín Gavilanes, agricultor de Mocha.
El productor explicó además que cuando el ganado ingiere el forraje con el material gris tiene una muerte lenta. “Eso perjudica la economía del campesino”.
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