Alabama.- La Iglesia Metodista en la cima de una colina quedó hecha trizas y su campanario fue cercenado. El antiguo hotel señorial que alguna vez fue propiedad de su bisabuela estaba despedazado. El potente tornado dejó un surco a través de construcciones por todas partes.
Miles de personas que todavía luchan por recuperarse tras el segundo día de tornados más mortífero en la historia de Estados Unidos se preparaban para asistir a un sombrío domingo de servicios religiosos y llorar a por lo menos 342 muertos en siete estados, entre ellos 250 decesos en Alabama. Miles más resultaron heridos.
Rachel Mitchell condujo su vehículo a través de lo que quedaba de su pequeño pueblo natal al noroeste de Alabama, señalando los lugares que alguna vez fueron los puntos de referencia familiares, casi todos destruidos por uno de los tornados de la semana pasada, informó AP.
La Iglesia Metodista en la cima de una colina quedó hecha trizas y su campanario fue cercenado. El antiguo hotel señorial que alguna vez fue propiedad de su bisabuela estaba despedazado. El potente tornado dejó un surco a través de construcciones por todas partes.
"Esto es realmente difícil. Aquí es donde crecí y ahora no queda nada de que me acuerdo'', dijo Mitchell, una estudiante universitaria de 19 años de edad.
En Rainsville, Alabama, el diácono Calvin Thomas dijo que los líderes de la Iglesia Bautista Victoria seguían buscando el sábado un lugar en el cual celebrar los servicios dominicales después que la iglesia quedó hecha añicos.
Los ladrillos rotos cubren el estacionamiento del templo, donde se encontró entre los escombros una imagen de Jesús orando.
"Todavía no estamos seguros de lo que vamos a hacer'', dijo Thomas. "De una forma u otra, vamos a salir adelante'', agregó.
En toda la región, se esperaba que las iglesias celebraran servicios dominicales bajo el telón del luto, tratando de ofrecer algo de alivio y consuelo a las comunidades.
Nada es lo que era. Los seres queridos se han ido. Los vecinos están desaparecidos. Continúan algunas operaciones de búsqueda de desaparecidos. Hay toques de queda para evitar saqueos. Miles de hogares siguen sin electricidad.
La secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, y otros miembros del gabinete presidencial tenían programado recorrer el domingo las zonas colmadas de escombros en Alabama y Misisipí. El presidente Barack Obama, que visitó Georgia el viernes, ya ha firmado declaraciones de desastre para los dos estados y Georgia.
Mientras tanto, la Cruz Roja ha abierto refugios de emergencia y la enorme tarea para las autoridades de encontrar un alojamiento más permanente para miles de desamparados ahora comienza esta semana en serio.
Las autoridades también buscan a los desaparecidos con la ayuda de perros rastreadores de cadáveres, en medio del temor de que la cifra de muertos pueda aumentar.
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