Dallas,- Al menos dos mexicanos, una madre y su hijo, se encuentran entre las más de 334 personas que murieron víctimas de los tornados que se registraron hace una semana en Alabama y otras áreas del sureste de Estados Unidos.
Al menos dos mexicanos, una madre y su hijo, se encuentran entre las más de 334 personas que murieron víctimas de los tornados que se registraron hace una semana en Alabama y otras áreas del sureste de Estados Unidos.
Decenas más de inmigrantes mexicanos resultaron lesionados y cientos sufrieron daños o perdieron sus viviendas como resultado de los 312 tornados que se registraron a lo largo de 24 horas el pasado 27 de abril, en una extensa zona de Alabama, Tennessee y Georgia.
Roy Gober de la Oficina de Servicios de Emergencia del condado de Franklin, noroeste de Alabama, dijo a Notimex que Claudia Palacios Mojica de 39 años y su hijo Edgar de ocho, murieron en la pequeña comunidad de Phil Campbell, donde otras 26 personas perecieron el 27 de abril.
Otro hijo de Claudia, Omar de 11 años, resultó lesionado con ambas piernas rotas y es atendido en un hospital de Birmingham, la mayor urbe de esa entidad.
Los tres integrantes de la familia, de inmigrantes mexicanos, fueron sorprendidos dentro de su vivienda por un tornado de categoría EF5, la de mayor intensidad con vientos superiores a los 320 kilómetros por hora.
Tras el paso del gigantesco remolino, en menos de un minuto, la casa quedó totalmente destruida, al igual que decenas de viviendas de Phil Campbell, de apenas mil 90 habitantes.
El 3.0 por ciento de población de esa comunidad murió víctima del tornado y otro 6.0 por ciento resultó lesionada, luego de ser considerada como la segunda mayor tragedia provocada por este tipo de tornados en la historia del país.
De acuerdo con el Servicio Nacional del Clima, el tornado que arrasó Phil Campbell dejó una estela de muerte y destrucción a lo largo de más de 200 kilómetros del noroeste de Alabama, en los condados de Franklin, Hackleburg, Marion, Lawrence, Limestone y Madison.
Más al sur, en la comunidad de Tuscaloosa, cerca de Birmingham, la zona de Alabama, la más afectada por el paso de uno de los tornados, decenas de inmigrantes mexicanos que perdieron sus viviendas han encontrado albergue en las instalaciones de la Iglesia Católica del Espíritu Santo.
Tuscaloosa fue partida en dos la tarde del 27 de abril, cuando también un tornado de intensidad EF5 paso de lado a lado por el centro de esa comunidad, destruyendo y dejando dañas en unas cinco mil viviendas y oficinas, además provocó la muerte de unas 40 personas.
Dorthy McDade, a cargo del Ministerio Hispano de La Iglesia Católica del Espíritu Santo, informó que actualmente se alberga a cientos de inmigrantes mexicanos y centroamericanos en la cafetería y un salón de eventos.
Muchos de los refugiados proceden de áreas rurales donde aún no ha sido restablecido el servicio de electricidad.
En Tuscaloosa, "la devastación es enorme y dolorosa", lamentó Salvador De Lara, cónsul general de México en Atlanta, Georgia, en un mensaje a través de Twitter, durante tras un recorrido de tres días por las comunidades de Alabama afectadas por las tormentas.
El consulado de México en Atlanta es el más cercano a la zona de mayor afectación, y De Lara acudió al área junto con personal de esa sede diplomática, para brindar asistencia a los mexicanos afectados, pero antes estuvo en Georgia donde también se registraron daños.
Los empleados consulares coordinan esfuerzos con autoridades locales, representantes de la Cruz Roja y centros religiosos, para localizar e identificar los mexicanos damnificados.
La labor diplomática mexicana de ayuda en la zona se inició desde el pasado 18 de abril cuando comenzaron a registrarse los primeros tornados, que casi a diario a lo largo de dos semanas, azotaron el sureste de Estados Unidos.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) registró hasta ahora 334 muertes durante el periodo de 24 horas comprendido entre las 08:00 horas del miércoles 27 a las 08:00 horas del jueves 28.
El número de víctimas sólo es superado por la serie de tornados registrada entre el 5 y 6 de abril de 1936 que afectaron las comunidades de Tupelo, Mississippi y Gainsville, Georgia, provocando la muerte de 436 personas.
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