Las autoridades en Estados Unidos
señalaron que al menos 39 personas han perdido la vida desde el viernes tras el
paso de varios tornados que azotaron cinco estados de la zona central en el
país. La población se conmocionó aún más luego que médicos desconectaran el
equipo de asistencia que mantenía con vida a Angel Babcock, una niña de 15
meses cuya evolución fue seguida por miles de personas. La pequeña fue
internada el viernes 2 de febrero en el hospital infantil Kosair, en Kentucky.
La niña vivía con su padre, madre y dos hermanos en una casa móvil, quienes
fallecieron tras el paso del tornado.
La secretaria de Seguridad
Nacional, Janel Napolitano, envió mensajes de condolencia por las pérdidas
humanas y ofreciéndoles apoyo federal a los gobernadores de Alabama, Indiana,
Kansas, Kentucky, Missouri, Ohio y Tennessee.
Los potentes torbellinos
destruyeron gran parte de la ciudad de Henryville, en Indiana, donde
destrozaron hogares e hicieron volar vehículos por el aire como si fueran de
juguete. Según reportes, la ciudad de Marysville, en ese estado, ya no existe.
También fueron emitidos avisos de
tornados para partes del estado de Georgia y el norte de Florida.
El año pasado, uno de los peores
de todos los tiempos, los tornados ocasionaron la muerte a 545 personas en
Estados Unidos, según estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional.
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