Aún no hay estimaciones
oficiales pero ya los especialistas del sector confirmaron una merma del 50%
menos en variedades “conserveras” y doble propósito como la Manzanilla y la
Arauco. En variedades aceiteras hay quienes hablan de un 60% de merma.
Esta vez no es el “vecerismo”
del olivo, sino de todo el país olivícola donde las heladas tardías del año
pasado y las granizadas de este año robaron hasta el alma de algunos
productores.
En nuestra provincia las
heladas de septiembre pasado se hicieron sentir incluso en Pocito y Sarmiento,
al Oeste de la mítica ruta 40 hacia donde los comentarios de merma son hasta
del 50%. Ni hablar del Este de esta carretera.
La recolección comenzó a
mediados de febrero en San Juan, provincia que además abastece las industria de
Mendoza, donde es de todos los años sus daños por heladas y granizos, obligando
a buscar aceitunas y otras materias primas en otras provincias.
Según datos de la Cámara de
Productores de Frutas y Hortalizas, el año pasado egresaron de San Juan casi 24
millones de kilogramos y en un 70% fueron a las industrias mendocinas y otro
tanto a La Rioja y Catamarca.
Sin estimaciones
No existe actualmente una información
fidedigna sobre la superficie cultivada de olivos en San Juan. No hay ni Censo
Nacional Agropecuario, ni Relevamiento de Hidráulica ni, mucho menos,
satelital. Esto implica que desde los productores, pasando por los
profesionales y hasta los consultores internacionales de políticas públicas se
guíen por estimaciones.
Muchos hablan de 22 mil
hectáreas en San Juan de las cuales el 70% son aceiteras y doble propósito y el
30% conservera según la tradición histórica del sector. Pero lo cierto es que si
bien en el departamento Sarmiento se extendió el cultivo, al este de la ruta 40
muchos emprendimientos fueron abandonados desde el 2009.
Solo en San Juan unas 8.770
hectáreas fueron dañadas por las heladas de setiembre pasado según las
denuncias al Instituto de Economía Agropecuaria del gobierno local.
Notas de la campaña
Los aspectos más importantes
este año pasan por:
* Los fuertes daños por
heladas y fríos intensos en la Unión Europea. Sólo Italia habría tenido
pérdidas olivícolas valuadas en al menos 500 millones de euros.
* Las pérdidas en aceituna
conservera se estima en el orden del 50% de la producción habitual.
* En el caso de las variedades
aceiteras la merma es mayor, dado que incluso algunas netamente aceiteras como
la Picual, fueron derivadas a conserva este año por sus mejores precios.
* La producción local de
aceituna conserva del año pasado se vendió casi toda. Sólo unas pocas empresas
guardaron stock.
* En aceite de oliva quedaron
algunos litros de lo que no se puede vender ya sea por calidad o por
especulación.
* Los mercados
internacionales, a pesar de las medidas europeas, siguen chatos para el óleo y
Brasil con su millonario ajuste genera incertidumbre en conservas.
* EEUU, un importante cliente
para San Juan, está volviendo a crecer y, cuando ello ocurre, aumenta la
demanda de alimentos.
* Se mantendrían los precios
del año pasado con una leve suba, cuando el kilo de aceituna conservera se pagó
a U$S0,40 a 0,45 kilogramos y el de la aceitera entre U$S0,30 y 0,32. Mientras
el precio internacional del óleo se mantiene alrededor de los U$S2.200 la
tonelada y el de la aceituna en los U$S1.100.
* Hay un fuerte aumento del
consumo de aceituna “maquinada”, que ya se ubica en el 50% del consumo.
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