Tras las inundaciones en Chapare, unas 11 mil hectáreas permanecen bajo el agua y 268 personas subsisten en Villa Tunari en calidad de refugiadas. En total, existen 2.180 familias afectadas por el temporal, de las cuales 300 se encuentran incomunicadas en zonas alejadas y en riesgo de sufrir nuevos embates por los turbiones de los ríos Chapare y 24, según informes de la Gobernación de Cochabamba.
Además, el Servicio Nacional de Hidrología Meteorología (Senamhi) informó que las lluvias seguirán esta semana en varias regiones del país y que este jueves podía desatarse una gran tormenta en el trópico cochabambino agravando la situación en la zona.
“Las incursiones para socorrer a las familias son diarias y el número de evacuados se incrementa cada día”, dijo el responsable de Comunicación de la Alcaldía de Villa Tunari, Dennis Gironás.
El informe de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Gobernación señala que los daños alcanzaron a siete centrales campesinas y 41 sindicatos. En Todos Santos, 140 familias fueron damnificadas; mientras que en Villa 14 de septiembre, 170; en Nueva Chapare 610; en San Miguel 135; en la central 2 de Agosto A, 283 y en 2 de Agosto B, 727; en tanto que en la central 1 de Abril hay 115 familias.
Las tierras inundadas suman 11.900 hectáreas, de las cuales 6.540 (60 por ciento) corresponden a platanales; 1.896 (17 por ciento) a cítricos y las áreas no cultivadas hacen 1.744 (16 por ciento). Cifras menores corresponden a cocales (1,6 por ciento), yucales (dos por ciento) y hortalizas en (tres por ciento).
Para hoy se tiene previsto iniciar una campaña de recolección de víveres, ya que las raciones enviadas por la Gobernación no son suficientes para atender a las familias evacuadas. En tanto, el Director de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR), Fernando Fernández, dijo que unas 300 familias, en su mayoría de comunidades indígenas (yuracarés y yuquis), son monitoreadas constantemente por la Gobernación debido a que corren el riesgo de ser arrasadas por la crecida de los ríos.
“Se puede ingresar sólo a algunos sectores de las comunidades indígenas. Es aún delicado”, dijo Fernández.
Según los datos que maneja la UGR, en el trópico cochabambino se tienen 2.180 familias damnificadas. De esta población, unas 268 personas fueron evacuadas a templos y escuelas. Entre los evacuados hay 161 niños y adolescentes, mientras que los mayores hacen el restante 107.
El gobernador de Cochabamba, Edmundo Novillo, dijo que el Servicio Departamental Agropecuario (Sedag) tiene la misión de cuantificar la pérdida de cultivos y producción para “rehabilitar” los campos agrícolas.
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