La capacidad de los
ecosistemas forestales para retener el carbono de más que hay en la atmósfera
viene limitada por la disponibilidad de otros elementos esenciales, como el
nitrógeno o fósforo
Científicos concluyeron que
los ecosistemas forestales sufren las consecuencias de las perturbaciones, como
la tala de árboles, durante décadas, incluso siglos, y que los efectos actuales
derivados del cambio climático se superponen a las secuelas pasadas.
Estas son algunas de las
conclusiones de un estudio que publica la revista PNAS, en el que además se
confirma la dificultad a la hora de discernir, en sistemas que han estado
sometidos a perturbaciones durante mucho tiempo, entre los efectos del cambio
climático actual y los de acciones humanas pasadas.
Susana Bernal, una de las
autoras de este trabajo, detalló que lo interesante del estudio es que sí se ve
un "efecto claro" del cambio climático sobre los ecosistemas
forestales, pero "no suficiente" para explicar los cambios que se
observan.
Y esto es así, según Bernal,
porque los ecosistemas tienen "inercia" y responden lentamente a
perturbaciones que ya han sufrido en el pasado, como la tala de árboles a
principios del siglo XX.
Para llegar a estas
conclusiones, los investigadores analizaron durante dos años datos de los
últimos 50 años -clima, deposición atmosférica y exportación de nutrientes- e
inventarios forestales de las cuencas experimentales de Hubbard Brook, en el
nordeste de Estados Unidos.
Una de las variables
analizadas fue el cambio en la eficiencia en la retención del nitrógeno
inorgánico, en concreto el nitrato.
Según Bernal, el nitrógeno es
un nutriente esencial para el conjunto de seres vivos de un sistema.
Además de en el crecimiento de
los bosques, influye en la capacidad de absorción de carbono de los
ecosistemas.
"La capacidad de los
ecosistemas forestales para retener el carbono de más que hay en la atmósfera
viene limitada por la disponibilidad de otros elementos esenciales, como el
nitrógeno o fósforo", señaló la investigadora, que realizó este trabajo
con una beca en la Universidad de Princeton.
Las citadas cuencas
estadounidenses, "quizás las más estudiadas del mundo y de las que más
información se dispone" , han experimentado un descenso drástico en la
exportación de nitrógeno en las últimas décadas (alrededor de 90%) , según
Bernal.
Los científicos han calculado
que como mucho el cambio climático podría explicar 40% de la disminución
observada en la exportación de nitrógeno, que habitualmente se produce a través
del agua de los ríos, y que en cambio como mínimo 60% podría ser resultado de
los efectos a largo plazo de las talas.
Entender la complejidad de las
interacciones entre perturbaciones presentes y pasadas es hoy por hoy uno de
los retos científicos más difíciles, agregó Bernal.
En el estudio también
participó el Instituto Cary de Estudios Ecosistémicos de Estados Unidos .
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