La demanda sobre ríos y
acuíferos es cada vez mayor. El papel del crecimiento económico, la minería y
el cambio climático.
Las disparidades en la
distribución y la estructura demográfica de la población y factores
macroeconómicos relacionados con el comercio mundial, serán algunos de los
nuevos desafíos que deberán enfrentar América Latina y el Caribe para la
gestión del agua, según el último "Informe sobre el desarrollo de los
recursos hídricos en el mundo".
Este documento, de carácter
trienal, es elaborado por el Programa Mundial de Evaluación de los Recursos
Hídricos de las Naciones Unidas (World Water Assessment Programme, WWAP, en sus
siglas en inglés) y contiene el trabajo de 28 miembros de la ONU.
El trabajo, que fue presentado
ayer en el 6° Foro Mundial del Agua que se realiza en Marsella, Francia,
precisó que "a pesar de que se ha frenado la tasa de crecimiento de
población -que actualmente es de 1,3% y se espera que caiga a menos de 0,5% en
2050-, en los últimos 40 años la población urbana se ha triplicado y se espera
que alcance 609 millones de habitantes en 2030".
"América Latina es la
región en desarrollo más urbanizada, con más del 80% de la población viviendo
en pueblos y ciudades. Ha habido, también, movimientos masivos del campo a
zonas urbanas así como grandes flujos migratorios entre ciudades" que
ejercen una gran presión sobre los acuíferos y los ríos, se alertó.
También el informe advirtió
que los cambios económicos y sociales que se registran en la región traerán
consecuencias en el uso y demanda del agua.
"Con las excepciones de
México y algunos otros pequeños estados de Centroamérica, los países de la
región basan gran parte de su economía en la exportación de recursos
naturales" con una demanda mundial en alza.
"El resultado es que el
mayor motor de crecimiento económico en la región, cuya producción demanda
además abundantes recursos hídricos, está sujeto a muchos factores que caen
fuera del control directo de los gobiernos nacionales", señalaron en el
trabajo.
Expansión minera
Por su parte, destacaron la
expansión de la minería de cobre y oro en Chile y Perú, que se da sobre todo en
zonas áridas, lo que produce una competencia por un agua ya escasa tanto por
parte de la agricultura de exportación como para cubrir las necesidades de las
poblaciones indígenas.
"La demanda internacional
ha hecho que en los últimos años la extracción minera se incremente en un 56%
y, a pesar del actual freno de la economía mundial, es de esperar que la
minería continúe desarrollándose", continuó el informe.
"La incertidumbre en el
nivel y la naturaleza de la demanda en el mercado mundial siempre han
complicado la gestión del agua en América Latina y el Caribe, ya que las
economías locales se expanden, se contraen y se ajustan según las fluctuaciones
de la economía mundial y, de esta manera, cambian el modo en que deben tomarse
las decisiones de gestión y aplicarse las políticas", se explicó.
"El crecimiento económico
continúa en la región y el aumento en la demanda global de recursos mineros,
agrícolas y energéticos hará que aumente también la demanda de agua",
agregó.
Cambio climático
También el cambio climático
fue señalado como uno de los factores a tener en cuenta en lo que se refiere a
la gestión de los recursos hídricos, al estar muchas zonas de la región
expuestas a fenómenos climáticos extremos, tales como inundaciones, sequías y
variaciones climáticas relacionadas con el fenómeno del El Niño.
"El esperado aumento en
la frecuencia, duración e intensidad de este tipo de fenómenos harán necesario
minimizar los riesgos", se precisó. "Los glaciares de la región, por
ejemplo, ya están en retroceso debido al cambio climático. Este retroceso
afecta al abastecimiento de agua de unos 30 millones de personas en la
región", agrega el texto.
Finalmente, el informe destacó
las reformas emprendidas en la gestión del agua por parte de Brasil, México,
Argentina, Chile, Colombia y Perú.
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