El premio Nobel de Química Mario Molina participó ayer en el I Congreso de Mentes Brillantes que se celebra en Málaga · Punset y Marina debatieron sobre las intuiciones, el talento y la felicidad
El crecimiento masivo de la población podría traer consecuencias "catastróficas" para el planeta. Así de contundente se mostró ayer el premio Nobel de Química Mario Molina durante su intervención en la primera jornada del I Congreso de Mentes Brillantes, que acoge hasta mañana el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga. Durante 21 minutos -tiempo que tienen los ponentes para defender sus ideas- el también asesor en materia medioambiental del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abordó el problema del cambio climático. "Hay formas de enfrentarse al problema del cambio climático, pero para ello se debe alcanzar pronto un acuerdo internacional".
Un total de 750 personas se inscribieron a este congreso, cuyo precio asciende a 1.250 euros más el 6% de IVA, y en el que 24 líderes de opinión exponen sus ideas sobre los temas que afectan a la humanidad y a su futuro. En un marco propio de un espectáculo televisivo, con 110 periodistas acreditados, Molina intervino en el primer bloque temáticoPlaneta Gaia, en el que también participaron el abogado, economista y divulgador científico español Eduardo Punset y la antropóloga Helen Fisher.
Molina hizo hincapié en que uno de los problemas de
El premio Nobel de Química recordó que la causa del cambio climático es que la composición química de la atmósfera ha cambiado, "sobre todo desde la revolución industrial". Estos cambios no han afectado a los principales constituyentes de "la capa fina que envuelve el planeta" como son el oxígeno y el nitrógeno, sino que los cambiantes han sido los "compuestos trazas", elementos que "juegan un papel muy importante", sobre todo en temas relacionados con la temperatura del planeta.
Tal es así, que en el último siglo el dióxido de carbono ha aumentado en un 30% a causa de la quema de combustibles fósiles, originada por la mano humana. La temperatura también ha experimentado una ligera subida en las últimas décadas. "Desde la revolución industrial se ha incrementado en 0.7 u 0.8 grados celsius. Si se continúa sin aportar soluciones, la temperatura podría subir hasta 7 grados celsius.
"Han aumentado la frecuencia de las inundaciones por todo el mundo, se están derritiendo los glaciares, se están incrementado las sequías, cada vez hay más huracanes intensos. Todos estos fenómenos irán a más si los países desarrollados no actúan ante el cambio climático", aseveró el asesor medioambiental de Barack Obama.
Paliar las consecuencias del cambio climático es "como el juego de la ruleta". "Hay probabilidad de que la temperatura suba hasta 7 grados celsius pero si cambiamos de ruleta y aportamos soluciones, se puede contener esta subida en 2 grados celsius. Pero la pregunta es ¿cuánto cuesta?
Según el premio Nobel de Química, la solución "no es tan cara", el problema se presenta cuando hay que decidir "quién lo paga". No obstante, indicó que "no hay una solución única" y apuntó que la energía nuclear puede ser "parte de la solución pero no resuelve el problema". Además, a su juicio, son parte de la solución la energía eólica o geotérmica, entre otras. También señaló que "cuanto más pronto se resuelva el problema más barato saldrá", por lo que abogó por "un acuerdo internacional" como fórmula para resolver el problema. "Pero sabemos que los países, como Estados Unidos y China, todavía no están listos para tener un acuerdo definitivo", puntualizó. En su opinión, ese acuerdo "debería de salir" de
Por último, Molina recalcó que una cuarta parte de la población -los países desarrollados- son los que han contaminado el planeta. "Las tres cuartas partes restantes tienen derecho a desarrollarse, pero el planeta no es lo suficientemente grande para que se desarrollen al mismo ritmo", puntualizó.
Por su parte, Punset comenzó su ponencia con un toque humorístico al desmentir a la organización del Congreso, que había afirmado que 21 minutos es el tiempo que se estima que el cerebro humano mantiene la atención máxima. "Son tres minutos", corrigió. Tras este primer inciso, el divulgador científico aseguró que la experiencia individual de las personas puede "cambiar el cerebro" de la gente. "Estamos programados para ser únicos. La experiencia individual de cada uno también condiciona la propia estructura cerebral de la gente", aseguró Punset. "Si en los años 50 hubiera sabido que se podía cambiar el cerebro de la gente y que era mucho más fácil que cambiar el mundo no me habría apuntado al Partido Comunista con 16 años", ironizó el también abogado y economista catalán.
Para Punset, el problema del mundo "no es la falta de recursos sino la falta de conocimiento, de más tecnología y de más inteligencia". "No tenemos la suficiente confianza en el poder de la ciencia y de la tecnología para cambiar nuestra vida diaria", afirmó el que fue ministro durante
En la segunda mesa redonda de la jornada, titulada Cerebro y sentimiento, el exponente español de la fenomenología José Antonio Marina expuso su teoría sobre la aplicación del talento a la felicidad. Hizo hincapié en que "la felicidad se consigue con la armoniosa satisfacción de nuestros tres grandes deseos: el placer, la vinculación afectiva y la ampliación de nuestras posibilidades". El también filósofo y escritor defendió que educar el talento supone el tener buenas ideas. "Debemos desarrollar nuestra inteligencia creadora", puntualizó.
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