Severas inundaciones causadas
por lluvias torrenciales dejaron varios centenares de damnificados y daños aún
no cuantificados en Punta Arenas, capital de la región de Magallanes, a 2.400
kilómetros al sur de Santiago de Chile.
Las precipitaciones
-consideradas las peores en dos décadas- comenzaron durante la noche del pasado
domingo y provocaron en las primeras horas del lunes el desborde del río Las
Minas. Sus aguas inundaron el centro de la ciudad, arrastraron vehículos
estacionados y provocaron un corte de electricidad que afectó a unos cinco mil
hogares.
En diálogo con ámbito.com,
René Venegas, director de "Radio Polar", emisora de Punta Arenas,
indicó que en el lugar se "han vivido momentos difíciles en las ultimas 72
horas" por el desborde del río que atraviesa toda la ciudad.
Aseguró que "los daños y
los perjuicios son tremendos, la zona central es una muy comercial y de muchas
viviendas. Hay un total de 3.500 personas damnificadas, 800 hogares afectados,
donde se ha perdido todo en los primeros pisos".
Para facilitar los trabajos
del ejército, se mantienen suspendidas las clases y permanece el decreto de
"alerta roja" para la región (máxima alerta).
Hasta el momento, sólo se
reportó un herido "Se trata de un joven que se cayó al río", pero se
encuentra "sin peligro vital", aportó el director de Radio Polar.
En cuanto al impacto que tiene
el suceso en la ciudad Venegas dijo que "sin dudas" se verá afectado
el producto interno de la región "porque todos comercios están
cerrados".
A pesar de ello, "lo peor
ya paso, y ahora sólo queda con el transcurso de los días recuperar la
normalidad de la ciudad", manifestó. En un último reporte, la Oficina
Nacional de Emergencia (Noemí) dijo que descendió el cauce del río Las Minas,
que inundó la parte céntrica de la ciudad de Punta Arenas.
Las causas
"Aquí está todo el mundo
tratando de llegar a la conclusión de por qué se desbordo el caudal",
comentó el periodista chileno ante la sorpresa generalizada del fenómeno.
Enumeró dos factores, uno
obvio y previsible, el meteorólogo: "Un tercio de lo que cae de agua en un
año ha caído en un día, ese el principal motivo", expresó.
Sin embargo, Venegas relató
que hace poco tiempo allí inauguraron "una costanera que bordea toda la
ciudad" y esa construcción ha hecho como una especie "de contención
del agua, por ende agravó el problema". "Sabemos que la costanera ha
sido un gran aporte, pero evidentemente para la salida del río ha sido un
obstáculo", se resignó.
Por su parte, el Gobierno
chileno dispuso el traslado de la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, a Punta
Arenas, para afrontar en terreno la situación. "Se han dispuesto una serie
de medidas se aplazamiento en el pago de impuestos hasta el 31 marzo, es un
apoyo para las empresas, sobre todo para las pymes", remarcó el director
de Radio Polar.
Agregó que se necesita
"ayuda para la limpieza, ya que hay una capa de lodo muy grande en la zona
céntrica. También hay reparar un puente que traviesa la ciudad"
Desafortunados dichos
El Gobierno chileno echó a la
directora de la Onemi en la región sureña Magallanes, Erika Canales, por no
haber anticipado medidas cuando era inminente el desborde de un río que provocó
la inundación.
El domingo por la noche la
funcionaria Canales "declaró que no existía peligro de que se desbordara
el río" y por ende no se tomaron los recaudos que exigía un fenómeno de
tal magnitud.
Pero esta situación de poca o
nula previsibilidad, según Venegas, no es nueva en Chile. "En este país
tenemos una experiencia histórica y muy triste". Hace un par de años
"se dijo que no había peligro de tsunami, y el tsunami llego y mató mucha
gente, causó daños irreparables a tantas familias, y todo pudo haberse evitado.
Acá estamos hablando de lo mismo, es una información errónea que se entrega en
forma equivocada", indicó.
"Esta una desgracia es una
pena, ojalá el país aprenda que antes de emitir un juicio de este nivel,
relacionado con este tipo de situaciones, se tiene que tener certeza
absoluta", concluyó.
En el norte también
Las lluvias en el norte del
país, en la región de Arica -vecina a Perú y ubicada a unos 2.000 km al norte
de Santiago- también provocaron el desborde de un río, el San José, que causó
la evacuación de unas 300 personas y daños a 15 viviendas.
En la vecina región de
Tarapacá, a unos 1.200 km al norte de Santiago, las lluvias dejaron unos 237
albergados. Como medida preventiva se cerraron algunos caminos y se
suspendieron las clases en dos comunas.
Según la Dirección
Meteorológica de Chile, se prevé que las precipitaciones altiplánicas estivales
se extiendan hasta el sábado en la zonas de la cordillera de las regiones de
Arica y Tarapacá.
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