Reportaje desde una de las
comunas más afectadas por las lluvias estivales en los últimos días.
Rutas cortadas, cultivos
inundados y más de 60 personas aisladas es el saldo que deja, hasta el momento,
el frente de mal tiempo en Huatacondo, uno de los pueblos afectados por las
lluvias estivales en el norte grande de nuestro país.
La jornada de ayer lunes 12 de
marzo fue una de las más peligrosas que les tocó vivir, al producirse una
lluvia torrencial y un alud que colmó la quebrada del poblado, obligando a los
más de 60 habitantes a trasladarse a la iglesia del lugar, con el temor de que
la inundación alcanzara sus casas.
A través de las redes
sociales, los pobladores de Huatacondo (distante a 230 kms. de Iquique) han
informado la magnitud de este fenómeno, que no se había registrado en más de 30
años, donde muestran la ruta de acceso al pueblo totalmente destruida por el
torrente de agua y los cultivos completamente inundados.
Además del aislamiento que
sufren, los pobladores temen que el caudal de agua aumente y alcance sus casas
y animales. Cabe señalar que ellos aún no conocen el estado de sus cultivos y
animales en los valles de Copaquire, Cautenisca y Tiquima, situados también en
esta misma quebrada.
El Gobierno decretó alerta
roja en la región. Sin embargo, a través de Facebook, huatacondinos residentes
en Iquique llaman a reunirse con el Gobierno Regional para plantear esta
dramática situación y exigir la construcción de un camino de acceso por el
cerro, con lo cual sería más factible acceder al poblado y por sobre todo
permite una evacuación oportuna ante este tipo de emergencias.
DRAMÁTICOS CASOS
Es una triste tradición que el
poblado de Huatacondo sufra los embates de las tormentas de verano. En los
últimos 60 años se han conocido dramáticos casos que han enfrentado distintas
personas por quedar aisladas en uno de los pocos pueblos del norte que no
cuenta con camino pavimentado, y su acceso es a través de la quebrada por donde
baja el agua cada año, llevándose animales e inundando cultivos.
En los años 50 un aluvión en
pleno poblado alcanzó a un anciano que no alcanzó a escapar del agua. En esos años
también, el agua se llevó a un cuidador del valle de Tiquima, encontrando su
cuerpo 7 días después.
En la década del 2000, el
paramédico del pueblo se encontraba en mal estado de salud y debió esperar
muchos días antes de que lo rescataran, aunque no logró sobrevivir.
El año 2011 una camioneta con
trabajadores contratistas fue arrastrada por el alud. Milagrosamente sus
ocupantes salvaron ilesos pero el móvil aún continúa enterrado, como símbolo de
la fuerza de la naturaleza, que cada vez es más potente y amenaza a las
personas que tiene más cerca, quienes durante años han demandado un camino que
les permita evacuar a tiempo y no seguir sufriendo los efectos de este clima.
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