Japón se ha paralizado este
domingo para conmemorar con un minuto de silencio a las víctimas del terremoto
y devastador tsunami que hace un año arrasaron el noreste del país y causaron
más de 19.000 muertos o desaparecidos y la peor crisis nuclear de los últimos
25 años. A las 14.46 hora local (05.46 GMT), millones de japoneses han
recordado en silencio a los fallecidos por la tragedia múltiple, mientras en
varios municipios costeros de la zona nororiental, aún en plena reconstrucción,
las alarmas han vuelto a sonar como homenaje un año después del desastre.
En Tokio el minuto de silencio
ha marcado el comienzo de un memorial al que ha asistido el emperador, Akihito,
el primer ministro, Yoshihiko Noda, y los miembros de su Gabinete. En ciudades
como Ishinomaki, en el devastado noreste nipón y donde murieron 3.735
residentes, los actos se han celebrado en distintos puntos del municipio,
incluido el puerto y un centro de convenciones donde se han reunido unas dos
mil personas que rindieron homenaje a las víctimas del desastre.
Al minuto de silencio se han
unido también trabajadores de TEPCO, operadora de la maltrecha planta de
Fukushima Daiichi, mientras los homenajes se han repetido en el resto de esa
provincia, donde la crisis nuclear ha obligado a dejar sus casas a 160.000
personas, la mitad de ellas en la zona de exclusión alrededor de la central.
El 11 de marzo de 2011, un
devastador terremoto de 9 grados Richter sacudió el noreste de Japón y provocó
un tsunami de hasta 40 metros de altura en localidades como Rikuzentakata, en
la provincia de Iwate, una de las más arrasadas. En Fukushima, olas de hasta 15
metros golpearon la central de Daiichi y paralizaron su sistema de
refrigeración, lo que desencadenó un accidente nuclear que, hasta hoy, mantiene
evacuadas a 80.000 personas en un radio de 20 kilómetros en torno a la planta y
otras tantas de zonas más alejadas.
Un año después, casi 335.000
personas permanecen en viviendas temporales, mientras continúan las labores de
limpieza para retirar 6 millones de toneladas de escombros de los más de 22
millones que dejó el tsunami. Hasta el momento, el Gobierno nipón ha aprobado
cuatro presupuestos extraordinarios para la reconstrucción por un valor total
de 20,6 billones de yenes (unos 190.000 millones de euros).
Acelerar la reconstrucción
Durante el memorial, Yoshiniko
Noda se ha comprometido a reconstruir "lo antes posible" las zonas
afectadas por el terremoto y el tsunami y a recuperar la región de Fukushima,
donde continúa la batalla contra el accidente nuclear. En este sentido, ha
admitido que todavía hay muchos ciudadanos "que siguen viviendo en condiciones
difíciles" un año después del desastre y ha prometido hacer "los
máximos esfuerzos" para que puedan retomar sus vidas. Noda también ha
subrayado la necesidad de que Japón, un país que sufre frecuentes desastres
naturales, "fortalezca las medidas de prevención" con las lecciones
aprendidas hace un año y transmita la experiencia a las generaciones futuras.
El jefe del Gobierno ha
expresado su "profundo pésame" por los fallecidos y su solidaridad
con los evacuados ante los asistentes a la ceremonia, que ha reunido a unas
1.200 personas, entre ellos unas 500 miembros del Gobierno y autoridades locales,
en el Teatro Nacional, vecino al Parlamento de Japón. En un escenario con
crisantemos blancos en torno a un monumento en recuerdo de los fallecidos,
Noda, que llegó al poder en septiembre tras la dimisión de Naoto Kan, ha
llamado a mantener la solidaridad con los afectados y ha agradecido la ayuda
mostrada a Japón en todo el mundo. "Tenemos que contribuir activamente a
la sociedad internacional, como un modo de retribuir la cálida ayuda que nos
han prestado los países extranjeros", ha dicho.
Tras el terremoto y el tsunami
posterior, que hace un año "se llevó en un momento las vidas de tanta
gente", los japoneses deben estar "unidos" para lograr "la
recuperación del país a través de la reconstrucción", ha concluido el jefe
del Gobierno. La triple tragedia del terremoto, el tsunami y la crisis nuclear
que azotaron Japón hace un año sumieron al país en su peor crisis tras la II
Guerra Mundial.
Tepco pide perdón
Tokyo Electric Power (Tepco),
operadora de la maltrecha central de Daiichi, ha pedido este domingo
"profundas disculpas" a los residentes de Fukushima y a toda la
sociedad por "la preocupación y ansiedad" provocados por el accidente
nuclear desencadenado por el tsunami de hace un año. En un comunicado con
motivo del aniversario, el presidente de Tepco, Toshio Nishizawa, se ha
comprometido a mantener los esfuerzos para garantizar unas condiciones estables
en la deteriorada central y a trabajar "para el desmantelamiento a medio o
largo plazo de los reactores". Además, "todas las compañías del grupo
Tepco intensificarán sus esfuerzos para atender a los afectados actualmente y
hacerles llegar de manera ágil las compensaciones debidas", ha asegurado.
El Gobierno ha facilitado
cerca de 1.700 millones de yenes (unos 15.700 millones de euros) a la eléctrica
para permitir el pago de compensaciones, aunque hasta ahora solamente ha
llegado a los afectados cerca de un cuarto de esta cantidad, según la agencia
Kyodo. Tras este estancamiento estaría el complicado proceso para solicitar las
indemnizaciones y la falta de flexibilidad de la compañía a la hora de valorar
los pagos, en muchos casos pospuestos porque la radiación impide ir a las zonas
afectadas para calcular el valor de los bienes perdidos. "Dedicaremos toda
nuestra fuerza y todos nuestros recursos para superar los numerosos desafíos
que todavía tenemos por delante, recordando siempre que al margen de la tarea
que afrontemos, la seguridad debe ser nuestra prioridad", indicó
Nishizawa. Con motivo del aniversario del accidente se han convocado varias
manifestaciones antinucleares en distintas ciudades del país, incluida Tokio,
donde una gran marcha ha recorrido el centro de la ciudad para pedir el
"apagón" definitivo de las plantas atómicas del país.
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