En Torrevieja, a pesar de
tener uno de los climas más benignos de España -y viene al hilo de que estamos
en época de alertas por "gota fría"- hay constancia de varios
temporales que dieron lugar a naufragios en nuestra bahía, además de grandes
lluvias, nevadas y granizadas y otros fenómenos atmosféricos que están
presentes en la memoria histórica de los torrevejenses, como el ocurrido en la
ciudad el domingo 13 de abril de 1958, a las doce de la mañana, instantes
después de cesar las lluvia, cuando la costa alicantina sufría un violento
temporal de levante, que obligó a las embarcaciones de pesca a buscar refugio
en puerto, un tornado -tromba marina o manguera- de agua y viento, después de
volcar y hundir varias embarcaciones auxiliares de pesca, se adentró por el mar
en la ciudad por la zona del muelle pesquero ocasionando en su recorrido
destrozos en distintos puntos de la población, entre ellos, en la cantina del
muelle, donde hubieron varios heridos. En la caseta de puesto de la Guardia Civil
y en la garita del resguardo que fue arrastrada al mar por la manguera, como
igualmente ocurrió con un puesto ambulante que se encontraba en las
proximidades del muelle con su propietario dentro, que por suerte resultó
ileso. En el depósito de hielo de la Lonja del pescado, donde arrancó la
techumbre; en báscula del muelle, en el recinto de las Eras de la Sal; en
varios tinglados de la salinas; en algunas casetas de madera de las playas; en
el paseo Marítimo, donde la tromba quebró y derribó varios árboles, además de
causar daños materiales en 50 viviendas de planta baja, que quedaron
desmanteladas, la mayoría de familias humildes, en la zona norte de la
población. La Guardia Civil, a la que se unió un grupo voluntarios, organizó un
servicio patrullas para auxiliar a los heridos, siendo trasladados los más
graves a Alicante. Igualmente se organizaron patrullas por las haciendas del
campo cercano a la población por si había heridos o necesitaban algún tipo de
auxilio, mientras las farmacias y los médicos permanecían de guardia para el
caso de ser necesarios.
Con el fin de conocer sobre el
terreno los daños causados por la tromba, el lunes día 14 por la tarde, vino a
Torrevieja el gobernador civil de la provincia, D. Evaristo Martín Freire, que
fue recibido por el alcalde D. Manuel Tarín Sala, el Ayudante Militar de
Marina, D. Carlos Guitart Virto, el patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores
D. Francisco Juárez Brotons y otras autoridades locales que le acompañaron en
su recorrido por la zonas siniestradas. Posteriormente, el gobernador celebró
una reunión en el Ayuntamiento con el Alcalde y otras autoridades en la
prometió ayuda económica lo antes posible, para todas las familias damnificadas
de carácter humilde, teniendo en cuenta que el número total de damnificados se
aproximaba al centenar.
En aquellos días, una ola de
frío con lluvias y nevadas dejo sentir sus efectos sobre la mayor parte de la
geografía española, ocasionado averías en el alumbrado, retraso de trenes y
algunos desperfectos en varias ciudades. Torrevieja tenía entonces unos 10.000
habitantes, que en su mayoría vivía en casas de planta baja y la mayoría de las
calles de la población eran de tierra.
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