29 nov 2010

Tornado aterrorizó en Villa Conavi, Ñemby

El fenómeno duró menos de un minuto. Segundos, según testigos. Pero fue lo suficientemente fuerte como para causar serios destrozos.

A las seis y media de la mañana de ayer, la mayoría de los vecinos de la Villa Conavi, en el barrio Caaguazú, Ñemby, dormía todavía en cristiana tranquilidad. En aquella hora, al igual que en gran parte de la Región Oriental de nuestro país, el cielo ñeembyense estaba cubierto y había amenaza de tormenta. En sus respectivas casas, los pocos madrugadores de la urbanización se preparaban para matear. De repente, escucharon un ruido raro. “Ha’ete la okororõva ha ho’ama katu la yvytu tavyrai (parecía un rugido y cayó un viento loco)”, dijo un poblador.

Según testigos, en cuestión de segundos, se formó como un embudo de viento entre las nubes y la tierra y se desplazó aproximadamente 300 metros, trazando un trayecto irregular. En su camino, destechó una casa, echó la mitad de una pieza, rompió ramas de árboles, derribó una muralla y arrancó de raíz varios árboles. El fenómeno no llegó a durar un minuto.

“Alzaba las piedras y les daba vueltas. No tuve tiempo ni para despertar a mis hijos. Cayó de repente. Menos mal que duró poco, porque o si no, no sé qué hubiera pasado con nosotros. Nos asustamos demasiado”, dijo doña Ceferina Peralta, una vecina del lugar en cuya casa el viento tiró la muralla abajo.

De acuerdo a lo observado en el vecindario, el viento comenzó a desplazarse en un descampado. A lo largo de terrenos loteados, el aparente tornado fue rompiendo ramas y echando árboles a su paso y, por suerte, no se metió de lleno en la citada urbanización. Milagrosamente, la escuela de la villa no sufrió daño alguno, aunque varios árboles fueron arrancados ahí de cuajo.

Como suele ocurrir en estos casos, varios cables de la Ande fueron al suelo. Se presentó una cuadrilla de la electrificadora estatal para cortar la energía.

Ya Víctor Álvarez, meteorólogo y pronosticador de turno de la Dirección de Meteorología e Hidrología, de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil, Dinac, tras ver fotos del fenómeno, estimó que la velocidad del viento pudo haber alcanzado hasta 120 kilómetros por hora, por lo que podría clasificarse como un tornado de baja intensidad. “Toda la Región Oriental está en una zona donde existe la probabilidad de que se registren tornados”, dijo el experto.

Lo que dijo la gente

“Duró segundos. Por suerte no hubo ningún herido. También hubo granizada. Fue muy rápido”.
´- Javier Cabrera

“Escuché como un ruido que venía. Cerré la puerta del fondo y vine hacia delante, pero ahí ya cayó el viento”.
- Ceferina Peralta Vecina

Fuente

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