Mientras la costa este de Estados Unidos sufre la inclemencia del frío, debido a una nevada histórica que azotó los últimos días esa región, en Argentina se vive una ola de calor extrema, que ha puesto a su capital, Buenos Aires, en alerta roja.
El Instituto Nacional de Meteorología de EE. UU. levantó ayer la alerta por tormentas de nieve en el este de ese país, excepto en el estado de Maine, mientras los vientos huracanados y las nevadas azotaron la costa atlántica de Canadá.
Más de cinco mil vuelos fueron cancelados desde Carolina del Norte hasta Maine, lo cual llevó a las autoridades aeroportuarias a anunciar que los problemas ocasionados por el temporal no serán del todo resueltos hasta el próximo viernes, cuando empieza un nuevo fin de semana movido por la celebración del Año Nuevo.
Los principales aeropuertos de Nueva York —JFK,
La antítesis de esa situación se vive en Buenos Aires, Argentina, por la ola de calor, los cortes de energía y agua y la escasez de combustibles que convirtieron ayer en un infierno, por segundo día consecutivo, esa ciudad, donde viven unos 10 millones de personas.
Sumado al calor agobiante, el fenómeno climático
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