MÉXICO, D.F. 12 febrero 2010.- La pobreza, sumada a los procesos migratorios constantes, han llevado a las poblaciones a asentarse en sitios de riesgo como los cauces de antiguos ríos o zonas poco consolidadas lo que hace más difícil el manejo de desastres naturales, consideró el doctor Juan Manuel Rodríguez Estévez, del Colegio de la Frontera Norte.
"Chalco se desarrolló a partir de una invasión. En Tijuana también se ve por todos lados. Ya tenemos el problema, ahora cómo lo solucionamos. Hay qué reducir los niveles de vulnerabilidad", explicó el investigador durante la conferencia "Desastres ¿Naturales?".
Rodríguez Estévez añadió que los fenómenos naturales (como huracanes, lluvias intensas o sismos) siempre se presentan, pero el problema es que cada vez es más común ver casas en cañones con pendientes muy pronunciadas e incluso a escasos metros de las cuencas de los ríos.
"No estamos tomando en cuenta los planes de ordenamiento urbano. Hay que revisarlos a detalle. Los programas son buenos, pero el problema es que no los aplicamos".
El investigador agregó que la población no tiene una conciencia real de lo que representa el riesgo, y si bien saben que se puede presentar por ejemplo una inundación, también se trata de personas que no tienen otras opciones para establecer su vivienda.
"¿Por qué nosotros no les estamos dando otra opción a esta gente que viene al permitirles ocupar zonas que no sean susceptibles de peligrar por algún evento meteorológico? ¿Cómo estamos ocupando el territorio?", se cuestionó el especialista del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente.
"(Lo cierto es que) la gente no lo toma en cuenta en el día a día. Lo vemos cuando llueve y tenemos problemas. Como sociedad tenemos otras prioridades como tener un empleo digno, alimentar a nuestra familia, enviar a nuestros hijos a las escuelas y la crisis económica".
La solución al problema que el especialista propone es que el riesgo sea visto como un tema cotidiano, y que sea puesto en las agendas gubernamentales.
"Ya está empezando a introducirse dentro de los programas de desarrollo urbano. Sin embargo, falta una voluntad política y social de incorporar el tema en los planos de ordenamiento de nuestras ciudades, pero más que eso, nosotros como sociedad debemos ser conscientes de que el riesgo lo construimos todos los días", concluyó Rodríguez Estévez.
Fuente
www.planetaazul.com.mx
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