21 oct 2010

Los desastres Naturales ¿estamos preparados?

Existe una interrelación con fenómenos de cierta regularidad como la lluvia en algunos meses del año y de aparición extraordinaria como huracanes, terremotos, erupciones volcánicas, maremotos, tormentas tropicales, inundaciones, deslizamientos de tierra, y también de otros que tienen que ver con la acción humana, como son el excesivo calor y la contaminación del aire, el subsuelo y el agua. Que se ven magnificados por el daño que las personas hacemos al medio ambiente, deforestando, construyendo donde no debemos, desviando los cauces naturales de los ríos, la explotación del subsuelo, fundamentalmente en la minería y el petróleo, etc.

Eventos que afectan la integridad de las personas, sus bienes, servicios y su medio de desarrollo, los cuales exceden la capacidad de respuesta de la comunidad afectada.

Los últimos acontecimientos nos dicen que hay que retomar políticas públicas desde la prevención, protección civil y del ambiente, desarrollo urbano, educación, presupuestos, etc. Ya que la respuesta es a corto plazo sin hacer programas o proyectos que nos permitan minimizar su efecto.

Las organizaciones, de los Estados Americanos (OEA) y de las Naciones Unidades (ONU) coinciden en que los daños anuales que se ocasionan por los desastres naturales en la última década son de más de un millón de personas fallecidas, 2,600 millones de personas afectadas y sobre todo les afecta a los países y personas más pobres del Planeta. El Banco Mundial hizo un estudio de puntos críticos, la mayor cantidad de desastres son hidro-climatológicos y abarcan 25 millones de Kms2 y 3.4 billones de personas están expuestas al menos a una amenaza natural; 105 millones de personas están altamente expuestas a 3 o más amenazas naturales. México está catalogado como uno de los países más vulnerables no solo por amenazas naturales, sino por sus niveles de pobreza, la degradación ambiental y el desorden urbano provocado por la corrupción o por la falta de acciones concretas para eliminar las zonas de alto riesgo.

La Estrategia general en la que coinciden las organizaciones internacionales, independientemente que lo más importante es detener el cambio climático y retomar las políticas públicas en el desarrollo urbano, el cuidado del aire y el subsuelo. Es una amplia preparación y recuperación después del desastre; identificación de zonas expuestas a riesgos; códigos de construcción para actualizarlos, reforzarlos y hacerlos cumplir; infraestructura esencial; alerta y evacuación tempranas; y la instalación para los refugios. Que va de la educación en las instituciones de enseñanza tradicional, la profesionalización en su estudio e investigación como la difusión de prácticas en todos los niveles de la población antes, durante y después de un siniestro.

Por otra parte, la creación de un fondo solidario de emergencia destinado a enfrentar los desastres es fundamental ya que permitirá apoyar las acciones de la Estrategia. La idea de un fondo para desastres se ha planteado en muchas ocasiones, debemos estudiarla más a fondo y crear cierta red de protección, especialmente para las economías más débiles de la región. Y los mecanismos para su uso y destino inmediato. Usted evalúe ¿Cómo estamos hoy?

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