La finca El Espino era una propiedad de la familia Dueñas, que posteriormente fue adquirida por el Estado; después, una parte fue devuelta a los Dueñas, otras fueron adquiridas por el Estado, y una última parte pertenece a la cooperativa de la zona, en total son 600 manzanas.
El Espino cuenta con un decreto de no urbanización, aprobado por la asamblea legislativa, estableciendo la protección de las 600 manzanas, sin embargo, deja en vilo las restantes 500 manzanas del terreno, ya que permite construir en la zona.
El Director del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA), Ricardo Navarro afirma que las últimas manzanas del Espino han sido vendidas a diferentes sectores particulares: " se dice que no se puede construir, pero en cualquier rato pueden poner un decreto que dice que sí".
Navarro propone que sea el Estado quien compre está zona boscosa, para conservarla de manera definitiva. "El gobierno central debe poner cartas en el asunto, el presidente Saca planteó la solución proponiendo la compra, sin embargo no se hizo realidad, pero dijo que el estado la debía comprar y hacer una zona protegida".
"El otro componente es el Parque los Pericos, y la publicidad que se le da hace aparentar que están protegiendo la Finca, en realidad los Pericos lo utilizan como excusa para poder destruir el resto, este lugar se presenta como algo positivo, pero no se muestra el lado negativo de la destrucción del resto de la finca", manifestó Navarro.
En cierta ocasión, la Viceministra de Medio Ambiente, Lina Pohl, denunció que la destrucción de la finca El Espino incrementó el nivel del agua en el río Acelhuate, y que se tradujo en la corriente que arrastró un autobús con religiosos, en el año 2008, y que dejó como resultado 30 víctimas.
Navarro subraya la necesidad de conservar estás últimas zonas de la Finca, porque sino el futuro de la ciudad capital estará "bastante difícil", y pide que la Asamblea Legislativa y todas las autoridades tomen conciencia y le den la debida importancia a este asunto.
Actualmente, en zonas de la Finca se han efectuado diferentes construcciones, tales como la edificación del Club Campestre, el cual es un campo de golf. "Imagínese usted un campo de golf, diferentes fuera un campo de fútbol, bueno uno dice ni modo".
Ante un ambiente de cambio climático, es necesario salvaguardar los últimos recursos naturales que tiene una región, ya que cada día la temperatura ambiental se vuelve más inestable.
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