Salud y cambio climático

Un estudio de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) europeas, aparecido la víspera y trasmitido por la agencia francesa AFP, pone el dedo en la yaga en cuanto a una arista poco divulgada respecto al cambio climático.
Pudiera pensarse que se trata de pragmatismo mediático, pero lo considero con resortes muy claros para ganar conciencia en cuanto a un problema que no es de futuro, sino de actualidad.
Según el informe, una reducción del 30% de los gases de efecto invernadero entre los estados que conforman la Unión Europea, representaría un ahorro anual de 10 000 a 30 000 millones de euros (entre 12 600 y 37 800 millones de dólares)  de aquí al 2020.
Y agrega: Con una reducción del 30%, se evitarían cada año tres millones de días de baja por enfermedad de tipo respiratorias y cardiacas, 3 766 admisiones en hospitales y 1,2 millones de días de consumo de medicinas por problemas  respiratorios.
Para llegar a esta conclusión se han hecho cálculos apoyados en las cifras oficiales de la Unión Europea que se  refiere a tres tipos de contaminantes —las partículas finas, los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre—-; así como en estadísticas sobre la mortalidad, enfermedad y ausentismo.
Los enormes gastos en salud que se evitarían de ponerse coto a las emisiones contaminantes, permitiría al conjunto de países que integran la Unión Europea contar con erogaciones millonarias que bien pudieran dedicarse, por ejemplo, a planes sociales tan necesarios en épocas como la actual de recortes y ajustes que perjudican, en primer lugar, a los más humildes.
Además, según las ONGs que hicieron el estudio, emitir menos gases que contribuyen al calentamiento global tendría por  efecto benéfico mejorar la calidad del aire y así reducir las enfermedades  cardiacas y respiratorias.
Recuerda el despacho de la AFP fechado en París, que la  Unión Europea se comprometió con reducir sus emisiones de gases de  efecto invernadero un 20% de aquí a 2020 respecto a los niveles de 1990, y  ofreció aumentar el esfuerzo hasta el 30%, si otros países industrializados  prometían realizar disminuciones comparables.
No obstante la plausible aspiración, la realidad respecto a los efectos del cambio climático se torna cada vez más grave, por cuanto los países ricos, encabezados por Estados Unidos no cumplen con lo prometido, a sabiendas de que son los mayores contaminantes del planeta.



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