Según amplio estudio (1) publicado en enero de 2011 por la Agencia Europea del Medio Ambiente el número y el impacto de los desastres naturales y accidentes tecnológicos se ha incrementado en la Unión Europea durante el periodo 1998-2009. Las olas de calor son las que han producido un mayor número de víctimas mortales y las inundaciones y tormentas las mayores pérdidas económicas. Pese a que el informe no se centra en el estudio del impacto del cambio climático en esta tendencia, los autores señalan que existen evidencias de que este ha contribuido al aumento del número e intensidad de varios de los tipos de desastres naturales, señalando además que podría favorecer un mayor incremento en el futuro.
Entre 1998 y 2009 los desastres naturales y accidentes tecnológicos han causado cerca de 100.000 muertos y han afectado a más de 11 millones de personas. El peor de todos ellos fue la ola de calor de 2003 en el sur de Europa con más de 70.000 muertos y el terremoto de Turquía de 1999 con 17.000. Los mayores desastres han causado pérdidas de 150.000 millones de euros. Entre los eventos que más pérdidas económicas han supuesto están las inundaciones, los terremotos y tormentas invernales. Accidentes tecnológicos como los vertidos del Erika y el Prestige o el vertido tóxico de Aznalcollar han supuesto también enormes pérdidas económicas.
A continuación resumimos algunos de los principales resultados del trabajo agrupados por tipo de fenómeno:
- Olas de calor: Se encuentra a la cabeza en el número de víctimas mortales. Aunque normalmente son fenómenos que forman parte de la variación inter-anual de temperatura, su frecuencia e intensidad se ha incrementado en la última década. Se estima que el cambio climático agravará esta situación con una previsión de un incremento de 1-4% de la mortalidad por cada grado que suba la temperatura en una localidad determinada.
- Tormentas: Se encuentran a la cabeza en el número de pérdidas materiales. Aunque los autores consideran difícil valorar si su número se ha incrementado, el aumento de las pérdidas se debe a un aumento de la población y de situación de diversas instalaciones en zonas expuestas.
- Incendios forestales: Fundamentalmente en las zonas del mediterráneo, han causado grandes pérdidas y varias víctimas mortales. Aunque no han sido capaces de encontrar una tendencia en el área quemada, sí señala que la intensidad y los daños producidos ha aumentado en la última década. La Comisión Europea está preparando un estudio para preparar a los bosques para el cambio climático.
- Escasez de agua y sequías: Han aumentado durante la última década. Aunque no se puede atribuir directamente el fallecimiento de personas asociadas a este fenómeno, tienen graves consecuencias en el sector agrícola, el turismo, la energía y el abastecimiento de agua consumo humano e industrial. Produce además una sobrexplotación de las reservas existentes y un incremento de la contaminación del agua al haber menos volumen para diluir distintos efluentes. Estas sequías no se han limitado solamente al sur de Europa sino que han afectado también las zonas del norte. Las predicciones de los efectos del cambio climático señalan un aumento en la intensidad y frecuencia de este fenómeno.
- Inundaciones: Junto con las tormentas, el mayor causante de pérdidas económicas. Las variables metodologías a la hora de evaluar sus efectos han dificultado encontrar tendencias claras.
- Corrimientos de tierra: La información disponible para evaluar su intensidad, su frecuencia y daños es muy variable por lo que no ha sido posible evaluar tendencias. Los corrimientos de tierra han provocado varias víctimas mortales y pérdidas económicas. Los autores señalan que la urbanización descontrolada agrava claramente este problema.
- Terremotos y volcanes: Los terremotos ocupan el segundo lugar en víctimas mortales durante esta década. Las erupciones volcánicas han producido problemas en el tráfico aéreo y calidad del aire. Evidentemente, no hay conexión con el cambio climático.
- Vertidos de petróleo: Durante esta década se han producido 9 grandes vertidos de crudo desde un barco y uno desde un oleoducto. El peor de todos fue el del Prestige en España seguido del Erika en Francia. Los autores han detectado una tendencia a la disminución de este tipo de accidentes y consideran que disminuirán más aún con la aplicación de la legislación relativa a la seguridad de los barcos.
- Vertidos tóxicos: Aunque no se han producido muchos durante el periodo, cuando han ocurrido, sus consecuencias económicas y medioambientales han sido muy altas.
Los autores consideran que aunque se han hecho progresos para prevenir los riesgos de estos desastres tecnológicos e industriales hay todavía mucho trabajo por hacer en prevención y sistemas de alerta y respuesta tempranas. La protección de los bosques y la planificación territorial son herramientas muy poderosas. Por ejemplo, la reforestación y conservación de los bosques será de gran ayuda en la lucha contra los efectos de las grandes tormentas. La planificación del urbanismo jugará un papel importante en la reducción de los efectos de las inundaciones.
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