El nordeste de Australia, que acaba de salir de unas inundaciones que anegaron un territorio tan grande como Francia y Alemania juntas, se preparaba este domingo para enfrentarse a las fuertes precipitaciones que traen dos ciclones tropicales.
Si los pronósticos meteorológicos se cumplen, el ciclón Anthony -hasta el momento de categoría 2 en la escala de 5- llegará en sólo unas horas al estado de Queensland, la zona más afectada por las recientes inundaciones que han provocado tremendos daños materiales, la destrucción de numerosas viviendas y la muerte de varias personas.
La predicción apunta a mareas más fuertes que las habituales e intensas lluvias, lo que podría dar lugar a nuevas inundaciones que se producirían cuando Queensland apenas ha comenzado a recuperarse de las anteriores.
Anthony alcanzará su máxima fuerza durante la próxima noche, hora australiana, y el martes irá perdiendo intensidad según penetre en tierra. Pero por si esto no fuera suficiente, el jueves está prevista la llegada de un nuevo ciclón tropical, Yasi, de categoría 4, que también alcanzaría el continente por la costa del nordeste y podría causar más inundaciones por el desbordamiento de los ríos de este estado, especialmente el Brisbane.
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