Aún hay agua empozada y se espera que en 15 días inicie la recuperación de los suelos.
En medio del lodo que dejó el desbordamiento del río Bogotá, que el pasado 17 de noviembre inundó 1.300 hectáreas en Mosquera, Agapito Rodríguez recorre su finca recogiendo las pocas cosas que aún le pueden servir.
Como él, muchos de los afectados todavía viven en casas de familiares o en arriendo y se rebuscan la vida en otros oficios y con la fe puesta en que el agua pronto terminará de bajar.
"Mis vacas están arrinconadas y tuve que vender varias para sobrevivir este tiempo", dijo Agapito.
Con la inundación, el nivel del agua subió dos metros y ahora está en unos 70 centímetros en varios sectores. En la vereda San Francisco, el punto más crítico, el agua contaminada es evacuada con varios tubos y válvulas.
La Alcaldía de Mosquera y la Gobernación de Cundinamarca calculan que en unos 15 días el empozamiento desaparecerá y se podrá dar inicio a un plan piloto, a cargo de la Universidad Minuto de Dios, para recuperar los suelos.
Los afectados han recibido subsidios de arriendo y, de parte del Gobierno Nacional, mercados (los primeros llegaron la semana pasada), que hacen parte de la inyección económica que recibió el departamento para atender la emergencia invernal del 2010.
En total son 2.563 millones de pesos que deberán invertirse en la atención humanitaria de 5.047 familias, víctimas de deslizamientos e inundaciones (la mayoría de Mosquera, por inundación, y Soacha, donde se registró el deslizamiento en Loma Linda y al menos 1.282 familias quedaron en riesgo).
"La ayuda estará el tiempo que sea necesario hasta que termine el estado de vulnerabilidad de más de 21.000 personas", explicó Manuel Valderrama, secretario de gobierno de Cundinamarca.
El funcionario agregó que este dinero podría alcanzar unos dos meses y que a nivel nacional se estudia un nuevo giro para lograr una recuperación completa. Mientras tanto, la Gobernación escogió a la Caja de Compensación Colsubsidio como operador de los recursos, tal como lo exige el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
Colsubsidio tendrá una función operativa, se encargará de repartir los mercados, los subsidios de arriendo y los kits de salud.
"La atención tendrá un valor agregado, pues habrá acompañamiento social a las familias, con 24 expertos en el tema social", aseguró el gobernador de Cundinamarca, Andrés González.
Los niños y jóvenes serán los más beneficiados, pues la idea es que cuenten con asistencia integral en nutrición, salud y educación. Con el registro único de afectados de Red Juntos, la región controlará a los 'avivatos' que lleguen a reclamar ayudas.
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